El candidato Álvaro Ramos, llamó a observadores internacionales a no confundirse con los cuestionamientos al TSE. Por el contrario, pidió observar las posiciones y conductas del gobierno de Rodrigo Chaves.
Para Ramos, los cuestionamientos y confrontaciones de Chaves con el Tribunal Supremo de Elecciones y el Poder Judicial “ha transgredido reglas fundamentales que por décadas han protegido la estabilidad del país”.
“Que quede claro: la democracia costarricense es sólida. Lo que genera preocupación es un gobierno que ha demostrado estar dispuesto a violar normas que funcionaron con éxito por generaciones”, dijo Ramos.
El candidato reafirmó en un comunicado que el proceso electoral está completamente garantizado, respaldado por la independencia y solvencia del Tribunal Supremo de Elecciones y por la tradición histórica de elecciones transparentes.
Esta semana, la agenda política electoral fue impuesta por el presidente Chaves, quien luego de abandonar la sesión de la Comisión Especial que analiza el levantamiento de su fuero constitucional a pedido del TSE, advirtió que tenía “amigos” en la escena internacional que veían con preocupación las acusaciones en su contra.
Recordemos que el TSE pidió al Congreso iniciar un proceso de levantamiento de inmunidad contra Chaves por el delito electoral de beligerancia política, lo que ha abierto un debate en el país sobre si este tribunal electoral tiene o no la potestad para destituir al presidente.
Y mientras Chaves levanta la voz y afirma que es casi una víctima de golpe de Estado, el jueves, el senador republicano Mario Rafael Díaz Balart expresaba su preocupación ante una posible instrumentalización del Poder Judicial con fines políticos y llamaba a reunión a la embajadora tica en Washington, Catalina Crespo.
Crespo, literalmente crispó aún más los ánimos, al advertir que si EEUU terminaba creyendo que Costa Rica perdía estabilidad política, el país podría ser objeto de sanciones de parte del país norteamericano.




