Redacción. – La campaña de Juan Carlos Hidalgo enfrenta un serio desgaste interno luego de que el candidato excluyera a la diputada Melina Ajoy, junto con otros tres legisladores, por su postura en defensa de la inmunidad del presidente Rodrigo Chaves.
La medida provocó una reacción inmediata de la dirigencia local de Nicoya, que emitió un comunicado expresando su “profunda incomodidad y rechazo” e incluso, calificó la decisión de Hidalgo como un “agravio” y una “desatención al esfuerzo y compromiso” de las estructuras partidarias de Guanacaste.
“La diputada Ajoy es una representante legítima de nuestro cantón y su expulsión constituye no solo un agravio hacia su persona, sino también una injusticia hacia la militancia de la región”, indica el documento firmado por Adrián Alberto Rojas Herrera, fiscal cantonal del PUSC en Nicoya.
Los nicoyanos acusaron que Hidalgo ignora el sentir de las bases y si se saca a Ajoy, podría comprometerse el proyecto político del partido: “Mientras no se revierta la decisión, no participarán ni apoyarán la campaña presidencial”, señalaron.
Melina Ajoy, reconocida por su trabajo en la región, agradeció el respaldo de las bases socialcristianas y reafirmó su compromiso con Guanacaste y Costa Rica: “Mi conciencia no se vende y mi compromiso con Guanacaste y con Costa Rica sigue intacto”. Su exclusión se ha convertido en símbolo de la confrontación interna y evidencia la incapacidad de Hidalgo para gestionar consensos dentro del PUSC.
En lugar de consolidar su campaña, Hidalgo ha logrado exponer las fisuras internas, debilitando la credibilidad del PUSC y poniendo en riesgo su capacidad de influir en las elecciones. El cisma en Nicoya es apenas un síntoma.
