Tres de cada diez niños menores de 12 años sufren obesidad en Costa Rica

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Aarón Chinchilla EP. | El Colegio de Profesionales en Nutrición junto con el Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica señalaron que tres de cada diez niños menores de 12 años sufren obesidad y malos hábitos alimenticios en Costa Rica.

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En el lanzamiento de la campaña “Cuídame Nutritiva-mente”, los colegios profesionales, en conjunto con el apoyo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Hospital Nacional de Niños (HNN)y la empresa privada, detallaron que los malos hábitos en la alimentación, el sedentarismo y algunos mitos que tienen las familias costarricenses sobre el concepto de vida saludable son las principales causas del aumento en las cifras de obesidad infantil en el país, mismas que sostienen que tres de cada diez niños menores de 12 años sufren de esta condición.

Para la Dra. Norma Meza, Presidenta del Colegio de Profesionales en Nutrición, proveer una alimentación variada y balanceada debe ser responsabilidad de padres, madres y cuidadores de niñas y niños; existe desinformación hábitos saludables.

“Tener hábitos de alimentarios saludables no se trata únicamente de elegir una manzana en vez de una bebida gaseosa azucarada, se trata de todas aquellas pequeñas cosas que como familia hacemos juntos en casa para tener una mejor calidad de vida”, añade.

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Por su parte, Sharon Murillo Mora miembro de la Junta Directiva del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica explicó que  pérdida de peso no garantiza que el niño o la niña haya resuelto el problema, sino que hay que asegurarse también que la relación con la comida es sana, relajada, que la alimentación está orientada al cuido propio y no al peligro de volver a subir el peso.

Hay niños que siguen siendo afectados emocionalmente porque a pesar de que logran perder peso, siempre sienten que deben tener “cuidado” con lo que comen. Además, puede haber consecuencias emocionales que el niño o la niña todavía sufre debido a comparaciones con otros y otras, burlas en la escuela, angustia por el control de la comida, etc., las cuales no se solucionan con perder peso. Estos son aspectos que sólo un profesional en psicología puede evaluar para tener un panorama del nivel de afectación emocional que puede darse y cómo resolverla en bienestar de la salud, no solo física sino también mental de los niños(as).

Por su parte la Ministra de la Niñez y la Adolescencia, Patricia Vega Herrera, asegura que la obesidad infantil es un tema al que hay que prestarle mucha atención y sobre el que hay que actuar preventivamente.

“Muchos de los casos de obesidad en niñas y niños pueden catalogarse como negligencia en salud y esto es una responsabilidad que le atañe a las personas adultas encargadas de su cuido. En el PANI nos unimos a esta campaña para brindarle a los cuidadores información necesaria y correcta para la atención nutricional y emocional de los menores”, menciona la jerarca.

Con la presentación de la campaña, se procurará brindar información certera y adecuada sobre cómo prevenir y tratar los casos de obesidad infantil de manera integral, tomando en cuenta factores nutricionales, sociales, hábitos familiares, y componentes tanto psicológicos como emocionales.

Además de brindar recomendaciones prácticas, la campaña busca crear consciencia sobre la importancia de abordar el tema de la obesidad infantil no solo desde lo físico sino también desde lo emocional, tomando en cuenta que en muchas ocasiones el comer de más podría se consecuencia de otros problemas como ansiedad o depresión, los cuales deben ser tratados al mismo tiempo que se incorporan los nuevos hábitos alimentarios en la niña o el niño.

Algunas de las acciones que las familias pueden incorporar en su vida diaria y convertir en buenos hábitos son:

  • Preparar alimentos en casa siempre que sea posible e incluir a las niñas y niños en la preparación de los mismos.
  • Ir a la feria en familia y realizar el menú familiar con recetas sencillas y rápidas.
  • Fomentar el consumo de agua.
  • Comer siempre en la mesa y evitar los dispositivos electrónicos.
  • Respetar los tiempos de comida.
  • No obligar al niño a comer: respetar sus señales de apetito y saciedad.
  • No hacer mención del peso en casa.
  • Evitar los excesos.
  • Hacer ejercicio en familia.

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