Aarón Chinchilla EP. | El exiputado y excandidato presidencial Mario Redondo señaló que es hora de considerar una separación entre religión-política y adicionalmente, mencionó que “una gran parte de los creyentes cristianos en el país no piensan o coinciden con las actuaciones que ha venido desarrollando Restauración Nacional (PRN) o el autodenominado partido fabricista “Nueva República” (PNR).
En declaraciones brindadas a ElPeriodicocr en la Asamblea Legislativa, Redondo consideró que ambas fuerzas políticas son “respetables”, pero hay “muchísimos creyentes que tienen dudas importantes respecto a la forma que han actuado, tanto en la campaña electoral, como desde la Asamblea Legislativa”.
Es importante decir que no todos los creyentes en el país piensan o coinciden con las actuaciones o pensamiento que ha venido desarrollando Nueva República o Restauración.
Consultado sobre las disconformidades que puede tener con ambas agrupaciones, Redondo señaló que le molestó “el manejo de los recursos en la deuda política en Restauración Nacional.”
“Me molesto. Me parece vergonzoso ¡Sinceramente no me gustó para nada! ¡No creo que uno tenga que usar la deuda política para pagarle a familiares! Nosotros nunca hemos estado de acuerdo con esas cosas”.
En relación a la agrupación de Fabricio Alvarado, manifestó que es impropio que continúen “usando las iglesias y la religión” como plataforma electoral. En la misma línea, Redondo aseveró que “es necesario que no se vuelva a usar una iglesia o a personas que sirven a Dios con fines electorales”, puesto que “un pastor está llamado a jugar en un rol de servicio espiritual y no a hacer política”
De acuerdo al exdiputado, dicha situación “ahuyenta y sigue ahuyentando gente de las iglesias”.
Algunas declaraciones en Nueva República parecen impropias. Parece que hay gente que quiere seguir usando el tema de la religión, Dios, etc, para hacer política electoral y usando las iglesias para hacer política. Particularmente, creo que ese es un gran error y no le conviene particularmente ni a la iglesia ni al país. Tal como lo dijo el Presidente de la Alianza Evangélica: “Hay cosas que dan pena”.
Yo he hablado con muchos creyentes que dicen que da pena que esta gente representa a los cristianos del país. Hay que deslindar las posiciones religiosas ni usar a las iglesias. Particularmente, yo adquirí un compromiso de no recurrir en ningún momento a ninguna iglesia para recibir apoyo electoral. Eso no es conveniente ni hace bien. ¡Un buen cristiano no hace eso!. No quiere decir que, en términos generales, uno no pueda tratar de hacer conciencia en los ciudadanos sobre qué pensar o no, u orientar sobre algunos temas… Pero, entre eso, e ir a iglesias, usar congregaciones o pastores para ganar crédito electoral ¡No me parece! Yo quiero decir algo: La política es para servir y no para ser servirse. Lamentablemente, uno observa a gente que se hace rica en campañas electorales y eso dista de lo que vemos muchos en la política (…) eso no le conviene a la iglesia. A las iglesias no les conviene que nadie, en lo absoluto, la use con fines electorales.
Consultado sobre dichas declaraciones y el ligamen que tuvo con Fabricio Alvarado en la campaña electoral de 2017-2018, Redondo manifestó que dicha situación fue “meramente coyuntural”, no obstante, “ve difícil que pueda volver a apoyarlo”.
Yo de manera coyuntural apoye, en segunda ronda, a Fabricio Alvarado. Particularmente, en ese momento, no veía sano darle continuidad a un Gobierno que propició escándalos como el cementazo y deteriorado fiscalmente la seguridad del país. Esa fue la coyuntura, pero las cosas que trascendieron posteriormente nos decepcionaron no sólo a mi, sino que a muchísimos y de haberlos apoyado. ¡Muy probablemente hoy no lo haríamos! Seguimos adelante con otras propuestas y otra visión país que no necesariamente es la de ellos. Nosotros tenemos nuestro partido: Alianza Demócrata Cristiana. Tendrían que cambiar muchísimas cosas, pero yo lo veo muy difícil. Más que apoyarlos a ellos, nosotros tenemos nuestra propuesta.
Dado que todas las declaraciones de Redondo abordan un matiz de separar la política de la religión, se le consultó sobre Estado Laico y consideró que no vería algún problema con ello, siempre y cuando, se respeten las creencias personales de todas las personas.
El estado debe ser respetuoso de todas las posiciones. Yo no veo gran problema con la existencia de un estado laico, siempre y cuando, permita a la gente que tiene su fe, ejercerla con libertad.