Udhei Leitón | EP. Una ambiciosa Estrategia de Titulación y Regularización de Tierras pondrá en acción el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) por primera vez, el proceso inició en comunidades de Guanacaste, debido a los problemas de escrituración que se presentan tanto aquí, como en otras regiones de nuestro país.
En el caso de La Fortuna y Guayabo de Bagaces, por ejemplo, alrededor de tres mil o más propiedades incluyendo lotes, casas de habitación, cementerios, iglesias, salones comunales, fincas y hasta desarrollos turísticos, no cuentan con sus escrituras y continúan a nombre del Instituto.
Las autoridades del Inder comenzaron las reuniones con las comunidades de Bagaces, para explicar el proceso a seguir para la regularización. El proceso inició en La Fortuna de Bagaces, mientras que después le corresponderá a San Bernardo y más tarde Guayabo.
De esta forma, el Inder pone en marcha la Estrategia de Titulación y Regularización de Tierras, aprobada por la Junta Directiva del Inder para todo el país. Una situación que afecta, hasta la fecha, a más de 7.000 predios.
Esta es una deuda histórica de la institucionalidad del país, que incluso se remontan al Instituto de Tierras y Colonización (ITCO) en algunos casos. Se trata de la primera vez que se establece una Estrategia de largo alcance para regularizar la tierra.
El caso de la Fortuna y Bagaces
En estas dos comunidades el Inder avanzó con la realización de estudios de la conocida Finca Miravalles. Se dividieron las comunidades en 10 sitios de estudio y se enumeraron los predios. Se han realizado hasta la fecha 350 levantamientos de información, es decir, la misma cantidad de predios ya censados para determinar su situación, cada uno tiene su expediente conformado con la información necesaria para proceder posteriormente con la respectiva inscripción.
Estas dos localidades se levantaron sobre lo que era una propiedad cercana a unas 15 mil hectáreas, conocida como la Hacienda Miravalles y cuyos dueños eran los hermanos Stewart.
A inicio de los años sesenta y luego de una ocupación inicial de un número importante de familias en dicha finca, se inició un proceso legal que culminó con la expropiación en 1965, por parte del Estado a sus dueños, para buscar una solución a los problemas de tierras en ese sector.
Según los registros en propiedad el Inder, los procesos de escrituración se iniciaron en su momento por parte de funcionarios del ITCO, sin embargo, no lo culminaron.