Eliannys Padra | EP. El Gobierno de Panamá informó este miércoles que trasladará a un grupo de 300 migrantes cubanos a un albergue estatal ubicado a pocos metros de la frontera con Costa Rica, lugar en el que recibirán alimentación y alojamiento “mientras se estudia y define su situación”.
La Secretaría de Comunicación panameña informó, a través de un comunicado, que el Ministerio de Seguridad será el ente encargado de gestionar el traslado de los migrantes irregulares, que desde el pasado mes de enero se encontraban albergados en la sede de la Pastoral Cáritas, una casa de la Iglesia católica.
El albergue de Los Planes, ubicado en la fronteriza provincia de Chiriquí, acogerá a los 300 cubanos por un período de tiempo indefinido mientras el Gobierno analiza y determina las acciones que tomará con respecto a etas personas.
La medida “se aplicará de manera excepcional a los migrantes cubanos que quedaron en el país a partir del cambio de política migratoria en Estados Unidos”, detalla el texto.
El pasado 12 de enero, el Gobierno de EE.UU. eliminó la política migratoria “pies secos-mojados” que dese hace más de 20 años daba a los cubanos la posibilidad de obtener la residencia permanente en el país norteamericano.
Tras esta acción, fueron miles los ciudadanos de la isla caribeña que quedaron varados en la frontera de México con EE.UU., así como en varios países de Centroamérica, la vía más utilizada para el tránsito hacia la nación ahora presidida por Donald Trump.
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Endurecimiento de controles migratorios
Ante esta situación, el Gobierno de Panamá ha endurecido sus controles migratorios, y en el comunicado emitido este miércoles resaltan que “los migrantes que ingresen al territorio nacional de forma irregular a partir de la fecha, serán deportados o devueltos al país del cual provienen, en cumplimiento de la legislación vigente”.
Recientemente el presidente de ese país, Juan Carlos Varela, criticó las condiciones del albergue de Cáritas y dio un plazo de 30 días a la organización religiosa para cerrarlo y tras una reunión, este marte, con el presidente de la Pastoral Social, José Luis Lacunza, y el Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, se tomó la decisión del traslado.
“Si se van a quedar en el país más tiempo esperando algunas cosas, deben estar en un albergue más digno”, dijo Varela.
La ley de “pies secos-pies mojados” es una política que desde 1995 permitía a los cubanos solicitar residencia permanente en EE.UU. tras cumplir un año y un día de permanencia en esa nación.
Los pies secos eran aquellos que lograban ingresar a la nación norteamericana por cualquier vía y permanecer por el lapso de tiempo establecido, mientras que los pies mojados eran aquellos cubanos que en su intento por entrar o permanecer en EE.UU. eran capturados por funcionarios de seguridad y deportados a su país.
Como parte del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el 12 de enero el expresidente Barack Obama puso fin a esta política respondiendo a una petición del Gobierno cubano.