AGENCIA | EP. La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado que al menos 18 personas han muerto, durante la represión de la Policía de Birmania a protestas convocadas para este domingo en seis ciudades del país.
Además, durante el día más sangriento desde el comienzo de las manifestaciones contra el golpe de Estado de principios de mes, más de 30 personas han resultado heridas y 85 han sido detenidas.
En un comunicado, la agencia de la ONU asegura que cuenta con “información creíble” de que las fuerzas de seguridad birmanas han usado munición real contra los manifestantes en Rangún, Dawei, Mandalay, Myeik, Bago y Pokokku, además de gases lacrimógenos y granadas de conmoción.
“Condenamos enérgicamente la escalada de violencia y pedimos al Ejército de Birmania que suspenda inmediatamente el uso de la fuerza contra los manifestantes pacíficos”, ha declarado la portavoz Ravina Shamdasani en un comunicado.
Según las informaciones que baraja la agencia de la ONU, solo este domingo la Policía ha detenido al menos a 85 profesionales médicos y estudiantes, así como a siete periodistas que estaban presentes en las manifestaciones.
En total, Naciones Unidas estima que más de 1.000 personas han sido arrestadas y detenidas arbitrariamente en el último mes, algunas de las cuales siguen desaparecidas, en su mayoría sin ninguna forma protección legal “simplemente por ejercer sus derechos humanos a la libertad de opinión, expresión y reunión pacíficas”.
De confirmarse estas víctimas mortales, se sumarían a las ocho de las que ha informado hasta hoy por la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP), en balances difíciles de contrastar por la ausencia de medios en las zonas de las protestas y el apagón informativo reinante en Birmania tras el golpe de principios de mes que supuso la detención de la líder ‘de facto’ Aung San Suu Kyi.
Pese a la represión y las muertes, decenas de miles de personas han salido de nuevo a las calles este domingo para protestar contra el régimen militar, con protagonismo una vez más para monjes budistas y estudiantes.