Eliannys Padra | EP. El Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) presenta desde este 15 de marzo la exposición “Semillas translúcidas” de la artista Rosella Matamorros, quien a través de un compilado de obras busca mostrar el ayer y el hoy de la mujer indígena costarricense.
Las piezas de la muestra son el resultado de una profunda investigación sobre la cultura indígena, realizada durante tres años. Según la artista, la propuesta presenta el área arqueológica y el área contemporánea.
“Es una exhibición basada en ritos e historias que todavía permanecen en las culturas indígenas de nuestro país y que comparte tres hilos conductores que son los ritos, la vida cotidiana y la tierra y se convierte en una especie de homenaje a esas mujeres indígenas de ayer y hoy”, explicó.
La sala de exhibiciones temporales sur del MNCR será el escenario de esta muestra que estará disponible hasta el mes de junio, de martes a sábados de 8:30 am a 4:30 pm y los domingos de 9:00 am a 4:30 pm.
Una muestra en dos partes
La exposición consta de dos partes, una arqueológica y otra contemporánea, esto con el objetivo de que los asistentes puedan entender la transición del ayer al hoy en la vida de la población indígena de Costa Rica.
La parte arqueológica fue co-curada por la arqueóloga del Museo Nacional, Cleria Ruíz, y muestra una colección de 174 piezas en piedra y cerámica, muchas de ellas se muestran por primera vez. Este material resalta a la mujer en sus facetas de chamana, cacique, madre, pareja, guerrera y hasta en la sexualidad.
Según Ruíz, no se trata de una exposición tradicional de arqueología, organizada por épocas y regiones, sino que se mostrarán piezas que simbolizan a las mujeres.
“La equidad era importante en las culturas precolombinas, es por esto que aunque está basada en la mujer, el papel de la pareja estará igualmente representado en esta exhibición”, añade la arqueóloga.
En cuanto a la parte contemporánea, creada e ideada por Matamorros, consta de técnicas mixtas, video documental y video performance, esculturas, instalaciones y pinturas.
La artista destacó que fue de gran importancia para ella involucrarse en la iluminación y la forma de las vitrinas. “Incluí en la propuesta el diseño de los muebles, basados en el concepto del útero, el óvulo, lo femenino, la esfera y la semilla”.
Destaca en la sala una gran vitrina interpretación de una casa cósmica talamanqueña, “ellos y ellas creen en el inframundo y en el supra-mundo, lo que hacemos arriba repercute abajo”, explicó la artista.