France 24 Los Ángeles, la ciudad donde se iniciaron las protestas contra las redadas de migrantes en Estados Unidos, vivió su segunda noche bajo toque de queda. Entretanto, este jueves, comienza la pugna en los tribunales entre Washington y California luego de que el gobernador Gavin Newsom entablara una demanda contra el despliegue de la Guardia Nacional para sofocar las manifestaciones.
El clima de tensión se propaga más allá de Los Ángeles. Ciudades como Nueva York, Seattle, San Antonio, Washington D.C. y Filadelfia protestaron en la noche del miércoles contra las detenciones masivas de inmigrantes ordenadas por la Administración de Donald Trump y llaman a volver a las calles este jueves 12 de junio.
Mientras Los Ángeles vivió en la noche su sexta jornada de protestas, en Seattle, cientos de personas marcharon por el centro de la ciudad hasta un edificio federal donde se atienden casos de inmigración. Allí, decenas de agentes se enfrentaron a los manifestantes y lanzaron gas pimiento en un intento por dispersar la multitud, mientras los manifestantes lanzaron fuegos artificiales y piedras a los agentes, según el Departamento de Policía de la ciudad.
En Nueva York, la Policía estimó que unas 2.500 personas se movilizaron. Pese a que en gran parte las protestas fueron pacíficas, algunas personas saltaron las barricadas metálicas y se enfrentaron con los agentes, quienes los derribaron al suelo.
Los agentes señalaron que un número indeterminado de ciudadanos fueron detenidos, después de indicar que 86 personas fueron arrestadas durante las protestas en el bajo Manhattan, entre el martes y la noche del miércoles, incluidas 52 que fueron puestas en libertad con citaciones judiciales penales por delitos menores y 34 que fueron acusadas de agresión, resistencia al arresto y otros delitos, indicaron las autoridades.
Entretanto, en San Antonio, Texas, donde habita una gran comunidad latina, más de 400 personas se congregaron frente al ayuntamiento para una manifestación contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), según las autoridades locales. La protesta fue mayoritariamente pacífica. Las calles cercanas fueron cerradas mientras los agentes observaban a cientos de metros de distancia.
Sin embargo, ese estado vive una relativa calma, ya que el gobernador, el republicano Greg Abbott, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en varias ciudades de Texas ante las protestas convocadas, emulando lo ocurrido en Los Ángeles.
Abbott se negó a especificar cuántos soldados se enviarían, pero señaló que serían desplegados en “lugares estratégicos donde puedan brindar la respuesta más contundente” necesaria.
“Hay otras personas fuera de esta sala que quisieran saberlo. Y no se lo voy a decir (…) Queremos asegurarnos de que lo que sucedió en California no suceda en Texas”, señaló el gobernador.
Está previsto que las manifestaciones se extiendan durante todo el fin de semana.