¿Cómo pueden difamarme y torturarme psicológicamente en un país democrático?

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“Aquí nadie sabe todavía si soy inocente o no. Y, si lo soy, ¿cómo puede ser que tengan el derecho a Injuriarme y difamarme, a maltratarme y torturarme psicológicamente y mentalmente en un país democrático?”, se pregunta, decepcionado y desolado, este ciudadano ruso que vino a nuestro país en busca de una mejor vida hace 7 años.

Estas fueron las palabras del Dr. Otto en una conversación que sostuvimos entre medio de las rejas de la Penitenciaria de San Sebastián, donde lleva recluido 13 meses fuera de todo precepto y término de la ley, sin prórroga ni términos en una prisión preventiva perpetua.

Desde allí,nos relató con detalles la biografía de sus antepasados, que fueron obligados a emigrar de Alemania a Siberia por el Ejercito de Josef Stalin durante la Segunda Guerra Mundial.

Nacido en Siberia y de ascendencia Alemana supo desde pequeño lo que era un Régimen Comunista de terror como el de Stalin: Tratos crueles y degradantes, al margen de la ley, en un estado autoritario.

Con voz firme, pero temerosa; y conocedor de la situación que enfrentaría de ser extraditado a Rusia, nos relató porqué salió de su país por razones de Persecución Política al ser atacado por el gobierno de su país por sus ideas y sus denuncias contra la corrupción.

Llegó a Costa Rica en la Navidad de 2005 en busca de libertad y para poder vivir una vida digna y tranquila. En enero del año 2006, solicitó Refugio Político creyendo en la protección de las autoridades costarricenses y la validez del Convenio de Ginebra de 1951 en materia de refugiados que establece el respeto a los Derechos Humanos. También, inspirado en la frase del Dr. Oscar Arias Sánchez, ex presidente de la República y Premio Nobel de la Paz que dijo: “Costa Rica es un país soberano e independiente y toma las medidas necesarias para proteger los Derechos Humanos”.

La situación que se vive en su país sigue siendo dolorosamente pertinente, nos expresó el Dr. Otto y pensaba que en pleno siglo XXI no es normal que se vivan situaciones como las que se viven en Rusia, bajo el actual Gobierno de Putin. Se trata de un régimen autoritario en el cual su sistema de justicia actúa con brutalidad contra las personas imputadas muchas veces en delitos montados por razones de persecución política y juicios mediáticos como fue el notorio caso del grupo de punk rock feminista Pussy Riot.

Para nadie es un secreto que día a día llegan nuevas noticias de torturas, tratos crueles y degradantes por parte de las autoridades rusas y sus Servicios de Inteligencia, el FSB y el SVR, ambos organismos que son una continuación de las tenebrosas labores de la antigua KGB. Persecuciones políticas contra activistas y defensores de los Derechos Humanos, y hasta periodistas silenciados, no son casos esporádicos, pues está muy claramente reflejado en el “Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Mundo” de Amnistía Internacional.

El caso de Rusia sobresale a la luz pública, con casos tales como el del fallecido abogado Sergueï Magnitski (curiosamente acusado por fraude como el Dr. Otto) y muchos otros, quizás no tan conocidos en nuestro país, pero si muy notorios en el exterior.

Ante la Resolución de la Justicia Penal (extradición) y las varias Resoluciones de Migración y del Tribunal Administrativo de Migración, y ante la indiferencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), me parece importante emitir una alerta para que situaciones como las que está viviendo el Dr. Otto no se repitan ni se vivan nunca más en nuestro país.

“Le envié una Carta a la Presidenta de la República explicando mi situación y solicitando el Refugio Político Humanitario. Espero que se pronuncie positivamente y deje constancia del discurso y de la práctica de los Derechos Humanos en Costa Rica”, señaló el Dr. Otto.

Nosotros no unimos a la solicitud de él, pues no se trata de un delincuente o un condenado por la justicia, se trata de la vida y la integridad física de un ser humano disidente político a las autoridades de su país. Nosotros como Defensores de los Derechos Humanos en el Mundo, estamos llamados a luchar codo a codo ante todas las Injusticias Sociales y Violaciones de Derechos Humanos y Fundamentales, porque creemos profundamente en la Vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En la actualidad, con las tecnologías de punta e Internet, no es posible para muchos países ocultar o mantener en secreto los abusos que se cometen contra sus ciudadanos. Y hago un llamado solidario a todos los costarricenses a denunciar siempre los abusos que puedan ocurrir no sólo en nuestro país, pero también en el extranjero. Esto me recuerda el célebre poema del poeta metafísico inglés John Donne (1572-1631): “¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo? (…) La muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.”

 

*Presidente, Fundaciòn para la Defensora y Promocion de los Derechos Humanos (FUNDEPRODE).

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