William Aguilar | EP. Un grupo de paleontólogos encontró en Brasil el fósil de una serpiente que vivió hace uno 113 millones de años y que contaba con cuatro pequeñas extremidades.
Aunque no es la primera vez que se descubre los huesos de una serpiente con patas, este hallazgo podría representar el antecesor directo más antiguo de las serpientes modernas.
“Este es el fósil de serpiente más primitivo que se conoce, y es muy claro que no es acuática”, comentó Nick Longrich, investigador de la Universidad de Bath y uno de los autores del estudio.
La osamenta, de tan solo 19 centímetros de largo, dotada de pequeñas patas (de escasos 4 mm las delanteras y 7 mm las traseras), da muestras de que no caminaba con sus extremidades, sino que las usaba para asir a su presa.
“Es una sorpresa, sobre todo por su cercanía con las serpientes actuales. Nos da una idea clara de cómo era el ancestro de las serpientes”, Bruno Simoes, especialista en serpientes del Museo de Historia Natural de Londres.
Longrich también comentó que la forma del hocico corto del animal y su tronco largo demuestran que era una bestia de tierra. Su de tener aletas, la forma de la cola la hacen incapaz de desplazarse adecuadamente en el agua.