George Rodríguez EP. El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) exhortó, a la sociedad costarricense, a creer en las víctimas directas e indirectas de la violencia de género, y a protegerlas, en el esfuerzo que llevan a cabo por salir de esa situación.
Se trata de un fenómeno agudizado por el contexto de naturalización de la violencia, en general, señaló, al dar a conocer su posición oficial al respecto, mediante una declaración titulada “Las otras víctimas del femicidio y de la violencia machista”.
El Inamu formuló así “un llamado a creer en las mujeres y a las niñas y niños que rompen el silencio y a acompañarles en sus procesos para salir de la violencia”, y precisó que “es un llamado a proteger y denunciar”.
Al indicar que ha exhortado, reiteradamente, a la sociedad en general, y a las comunidades donde ocurren hechos de violencia –que, en decenas de casos cada año, resultan en femicidios-, a no tolerar la violencia intrafamiliar, el instituto advirtió sobre la indiferencia con la que suele considerarse ese tipo de agresión.
“Desde el INAMU hemos hecho un llamado a la sociedad y a las comunidades a no ser indiferentes y a no tolerar la violencia machista contra mujeres, niños y niñas. Y lo reiteramos hoy con fuerza”, señaló la entidad, y agregó que “hoy queremos llamar la atención sobre lo siguiente: la naturalización de la violencia como salida frente a los conflictos está asentándose peligrosamente en el imaginario social costarricense”.
Este fenómeno social conduce a agudizar la incidencia de situaciones que implican agresión machista, indicó, en el texto de casi dos páginas que emitió el miércoles.
“La violencia como espectáculo recreado diariamente en las diversas plataformas de comunicación social puede estar teniendo un impacto mayor del que creemos en las mentes de las y los ciudadanos, y con más razón en las mentes jóvenes”, por lo que “en este punto queremos ser enfáticas: la violencia genera violencia. La alternativa frente a la violencia machista no puede ser nunca más violencia… contra femicidas, agresores sexuales o de cualquier otro tipo”, planteó.
En este sentido, y sin proporcionar cifras, el Inamu planteó la necesidad de que las víctimas acudan al sistema judicial costarricense.
“La sociedad cuenta con los mecanismos para traer a estas personas frente a la justicia y hacerlas responsables de sus actos. Incluso cuando esta justicia no es lo oportuna, rápida y efectiva que deseáramos”, expresó.
La violencia de género, que, por igual, afecta a las mujeres agredidas, como víctimas directas, y a su entorno familiar inmediato, principalmente menores de edad, constituye un problema que presenta varias características, explicó el Inamu.
“La violencia machista es uno de los principales problemas de salud pública, de seguridad comunitaria y de desarrollo que tiene el país. Su impacto no se limita a las mujeres y familias afectadas”, advirtió.
Al respecto, destacó la afectación de menores y jóvenes quienes se ven involucrados en situaciones familiares de agresión.
“Ningún niño, niña o joven debería verse enfrentado a una situación en la cual se sienta obligado a usar la violencia como último recurso para defender y proteger la vida de una madre. Ya el daño es grande cuando las personas menores de edad son testigas y crecen observando la violencia ejercida contra la madre, para además tener que actuar por la desesperación de ver ante sus ojos cómo se le quita la vida”, indicó.
Estas personas suelen también ser físicamente agredidas, en algunso casos, fatalmente, agregó, también sin proporcionar datos.
“Lamentablemente, tenemos historias de hijos, hijas u otros familiares que mueren o son heridos tratando de proteger a sus madres de la violencia machista. Otros, que logrando escapar ellos mismos de la muerte, terminan reaccionando frente al femicidio”, lo que hace que “las vidas de estas personas estarán doblemente afectadas: por la violencia sistemática que vivieron en sus hogares y por las dificultades que eventualmente tendrán de vivir una vida, con afectación para ellas y para toda la sociedad”, señaló.
De acuerdo con datos del Observatorio de Violencia de Género, del Poder Judicial, en Costa Rica, desde 2007 –cuando fue aprobada la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres-, hasta 2018, ocurrieron 313 femicidios.




