Geovanny Jiménez S. Aparte de la destrucción a las que fueron sometidas hace 2 años, el descuido, la suciedad y el abandono se dejan ver en un grupo de grandes tinajas creadas para exhaltar la cultura Ngäbe, situación que ha indignado a los cotobruseños con el alcalde actual Rafael Ángel “Tuca” Navarro.
Historia de un desprecio. La foto que le mostramos arriba, publicada por Mónica Guerrero en su Facebook en el 2013, muestra una de las grandes tinajas con motivos de la cultura indígena Ngäbe -que ha habitado esos territorios desde hace siglos-, destruida por trabajos que hacía la Municipalidad en el parque para colocar un árbol de navidad. Hoy, dos años después, el pueblo sigue molesto porque no se ha restaurado la pieza destruida y el parque sigue siendo un territorio sin identidad ni un diseño auténtico.
Actualmente se denuncia el desprecio por la cultura ancestral Ngäbe y por el arte en la comunidad, donde ni la municipalidad ni los pobladores se preocupan por el espacio común principal del cantón: su parque.
“Es difícil asimilar que el gobierno local de Coto Brus actúe como lo hizo este lunes 25 de noviembre”, expresó en ese entonces Guerrero.
Las tinajas fueron realizadas por Jóvenes en Acción, un grupo formado por la Oficina de la Persona Joven, muchachos de la comunidad que realizaron el trabajo con el artista Francisco “Pancho” Quesada.
El artista informó a CulturaCR que la tinaja quebrada luego fue remendada “muy chambón”, no le hicieron una adecuada restauración.
“Esa actitud es el reflejo del nivel cultural de una persona, San Vito fue bendecido con una enorme riqueza y son sus culturas indígenas. Estas tinajas representaban la cultura Ngäbere y fueron destruidas para colocar un árbol de navidad, qué ironía y qué bofetada al noble pueblo indígena”, expresó en aquella oportunidad el artista Quesada.
El caso es un ejemplo de cómo en muchas municipalidades de Costa Rica falta visión cultural y respeto por la diversidad cultural que habita en cada territorio y comunidad.
Secuencia de desaciertos. Las tinajas en realidad eran parte de un plan para decorar el parque con mano de obra indígena, pero de ese plan solo se lograron las tinajas.
“En su lugar estaban unas placas de agradecimiento a la gente que ayudó a construir la carretera a Sabalito”, explicó a este medio Francisco Quesada.
Las placas fueron guardadas por el alcalde y no se sabe qué pasó con ellas.
“La idea era colocarlas de nuevo en el parque”, expresó Quesada, pero hasta el momento no ha sido así.
La falta de planificación y de un trabajo bien pensado y diseñado, tiene en la actualidad al parque sin un diseño claro y con una apariencia desordenada, incluyendo piezas escultóricas de Edgar Zúñiga -también abandonadas y sucias como muestra la imagen abajo-, las de Francisco Quesada y otras piezas del pasado, entorno al kiosco tradicional.
Las piezas de Quesada están ahí todavía, pero dañadas, sucia y abandonadas por la evidente inoperancia municipal. “Yo habría esperado que si las iban a mover me buscaran para hacer esa maniobra, ellas fueron diseñadas para soportar peso, pero no para levantarlas de la manera que lo hicieron”, agregó Quesada a CulturaCR.