Por Ricardo Villegas*
Una cuestión política que resulta como mínimo curiosa durante estos días: por años quienes tuvimos conocimiento sobre el funcionamiento y las prácticas oscuras que se daban desde la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) contra quienes nos hemos opuesto a las élites hegemónicas y sus intereses antidemocráticos, sostuvimos, la mayoría de las veces en solitario, que este órgano debía desaparecer. José Merino primero y José María Villalta después fueron los principales abanderados de la oposición a la policía política en el país. Nuestro programa durante la última campaña presidencial demuestra que siempre ha sido una prioridad para nosotros la desaparición de este cuerpo policial.
Sin embrago hoy, resulta que nos han salido múltiples y particulares “aliados” que proceden justamente desde los sectores que durante años fueron cómplices (en su silencio o en sus prácticas) de la DIS. Este coro va desde La Nación S. A., pasando por el ideólogo del liberalismo criollo Juan Carlos Hidalgo y llegando hasta el eterno candidato de la derecha Otto Guevara (¡!) quienes se escandalizan de las particularidades de dicho órgano, incluyendo su millonario presupuesto.
Es imposible no pensar que detrás de este súbito “pálpito” democrático existen intereses, agendas y grupos ocultos que sienten temor de la persona puesta a cargo, otrora enemigo político directo de estos, de los alcances que pueda tener y de lo que se pueda revelar de su pasado. Es imposible no pensar que quienes se acuerdan hoy de la nociva DIS, en el pasado aplaudieron y justificaron sus practicas de persecución, extorsión e infiltramiento de los movimientos sociales. Es imposible no pensar que la preocupación de estos grupos de poder obedece a prácticas antidemocráticas que han cometido desde la época del TLC hasta hace sólo unos meses.
Abramos los expedientes, digamos las verdades y lleguemos al fondo del asunto. ¿Hay que cerrar la DIS? Sí, pero antes hay que saber lo que con ella se hizo en el pasado.
Seamos consecuentes y no víctimas de las voces de la derecha de turno que hoy se rasgan las vestiduras pretendiendo ser defensores de la paz social y la democracia.
Ricardo Villegas es miembro de la Comisión Política de la Juventud del Frente Amplio (JFA)