George Rodríguez EP. El Grupo de Lima condenó, este domingo, la detención de que fue objeto, en Venezuela, el diputado opositor Juan Guaidó.
La condena, contenida en un breve comunicado, se refiere a la detención de Guaidó, por parte de agentes de inteligencia.
El Diputado fue puesto en libertad aproximadamente una hora después.
Los gobiernos del bloque –con excepción del mexicano, que no figura como participante en la declaración- indicaron que “condenan la detención arbitraria de la que fue objeto por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional -SEBIN el Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, diputado Juan Guaidó, en la mañana de hoy”.
También rechazaron toda acción que pueda afectar la integridad física de los integrantes de la Asamblea Nacional –parlamento unicameral-, de acuerdo con lo indicado en el texto de tres párrafos.
En ese sentido señalaron que “expresan su más contundente rechazo a cualquier acción que afecte la integridad física de los miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela, de sus familias y colaboradores, y frente a cualquier presión o coacción que impida el pleno y normal ejercicio de sus competencias como órgano constitucional y legítimamente electo en Venezuela”.
Creada constitucionalmente en 1999, en reemplazo del bicameral Congreso de la República, la Asamblea Nacional es, desde 2016, dominada por mayoría opositora, razón por la cual es desconocida por el régimen del presidente Nicolás Maduro, el cual, para neutralizar el peso opositor legislativo, instaló, mediante decreto presidencial, en 2017, la Asamblea Nacional Constituyente, encargada de redactar un nuevo texto constitucional y con facultades plenipotenciarias por encima del Poder Legislativo.
Al igual que en este caso, México fue el único de los 14 países del grupo que se abstuvo de firmar la Declaración de Lima, que el bloque emitió el 4 de enero –seis días antes de que el presidente venezolano, Nicolás Maduros fuese juramentado para su segundo periodo gubernamental consecutivo (2019-2025)-.
En el texto, dado a conocer al cierre de una reunión de cancilleres llevada a cabo en Lima, la capital de Perú, los firmantes exoraron a Maduro a abstenerse de ser juramentado y a trasladar, provisionalmente, el Poder Ejecutivo, a la Asamblea Nacional, para permitir la realización de elecciones democráticas.
Ello, porque Maduro obtuvo la reelección mediante los cuestionados comicios llevados a cabo el 20 de mayo del año pasado.
Tal como explicó, en el encuentro, su vicecanciller para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, México no suscribió la declaración, en seguimiento a sus principios constitucionales de autodeterminación de los pueblos y no intervención.
Guaidó fue detenido la mañana de este domingo, mientras se dirigía a participar en una actividad política pública denominada cabildo abierto, fuera de Caracas, la capital venezolana.
Horas después, el ministro para la Comunicación y la Información, Jorge Rodríguez, informó, en declaraciones a la emisora local Venezolana de Televisión (VTV), que el incidente no fue más que un montaje, el que describió como “show mediático” y un “falso positivo”.
Rodríguez informó, asimismo, que se decidió despedir y sancionar disciplinariamente a los agentes del Sebin participantes en el incidente.
El Grupo de Lima toma su nombre de la ciudad en la que fue creado, el 8 de agosto de 2017, para dar seguimiento, y buscar solución pacífica, a la crisis venezolana.
Inicialmente integrado por doce países americanos –Argentina, Brasil, Canada, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú-, con la posterior incorporación de otras dos naciones –Granada, Jamaica-, el grupo es avalado por la OEA y la Unión Europea, además de que cuenta con el respaldo de la oposición venezolana.
La detención de Guaidó se enmarca en la crisis socioeconómica, política, y de seguridad que hace años afecta a Venezuela, situación que ha generado el éxodo que, de acuerdo con diversos cálculos, han emprendido por lo menos tres millones de personas quienes, vía terrestre, quienes se han desplazado a países sudamericanos tales como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú.
Además de la represión antiopositora por parte del régimen madurista, quienes abandonan el país denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el marcadamente bajo poder adquisitivo de los salarios, y la generalizada falta de oportunidades.