George Rodríguez EP. El gobierno de Costa Rica rechazó, este lunes, lo que calificó de burda e hipócrita campaña, por parte de su contraparte de Nicaragua, a raíz del fallecimiento de un ciudadano nicaragüense, en territorio costarricense, en el marco de una operación policial.
También llamó, a la comunidad internacional, a actuar para que el gobierno de Nicaragua cese las violaciones a los derechos humanos, informó la cancillería de Costa Rica, en un extenso comunicado.
“Costa Rica repudia esta burda e hipócrita campaña mediática por parte del Gobierno de Nicaragua, y hace un llamado a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para lograr que el Gobierno de Nicaragua cese sus violaciones sistemáticas a los derechos humanos de toda su población y que eventualmente el país pueda retomar la senda democrática”, indicó el ministerio, en el texto de ocho puntos contenidos en casi tres páginas.
En tal contexto, la administración del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha difundido, masivamente, información falsa, agregó, en el comunicado.
Se trata de una “burda e hipócrita campaña iniciada por el Gobierno de Nicaragua usando como pretexto la muerte de un ciudadano nicaragüense en el contexto de una operación policial de las autoridades costarricenses, que ha incluido una difusión masiva de información falsa y denuncias infundadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”, indicó.
En el comunicado, la cancillería costarricense presentó un relato cronológico de lo ocurrido, el 12 de agosto, en el sector del norteño cantón (municipio) de Upala, en la provincia costarricense de Alajuela, fronterizo con Nicaragua.
Ante denuncias de habitantes de la zona, en el sentido de que “se estaban realizando actividades de contrabando de mercancía proveniente de Nicaragua utilizando a altas horas de la noche el río Niño”, efectivos de la Fuerza Pública (policía) llegaron al lugar, aproximadamente a las 2300 hora local, y “detectaron unas lanchas cargadas con objetos navegando por el río”, comenzó narrando, la cancillería.
La presencia policial hizo que los tripulantes de algunas lanchas detuvieran su avance, mientras las personas quienes se desplazaban en otras embarcaciones, huyeron, de acuerdo con la versión oficial costarricense.
“En el contexto del operativo, uno de los boteros de una lancha que se dio a la fuga fue encontrado herido río abajo. La policía costarricense llamó de inmediato a la Cruz Roja, cuyos representantes llegaron al sitio lo antes posible, pero al hacerlo encontraron que el botero de nacionalidad nicaragüense, Henry Ruiz López, ya había fallecido”, agregó la cancillería, precisando que “otros cinco nicaragüenses fueron detenidos y al día siguiente puestos a las órdenes de la Policía de Migración por su condición migratoria irregular. Actualmente se encuentran en Nicaragua”.
También informó que “el incidente está siendo investigado por el Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica, como corresponde en un Estado de Derecho”.
El ministerio hizo, asimismo, detallada referencia al intercambio de notas, entre las respectivas cancillería, sobre el incidente, a partir del texto nicaragüense del 14 de agosto, que tuvo, dos días después, respuesta costarricense.
Al día siguiente del primer texto, “el Gobierno de Nicaragua, además de difundir masivamente dicha nota ante la comunidad internacional, inició una campaña mediática para explotar la muerte del señor Henry Ruiz, distorsionando gravemente los hechos para presentar la muerte de dicha persona como un asesinato a sangre fría y la detención de los otros boteros como un abuso de autoridad”, indicó la cancillería costarricense.
“Como parte de esta campaña mediática, el Gobierno de Nicaragua presentó, con fecha de 15 de agosto, comunicaciones idénticas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (…) en estos documentos ‘se denuncia a Costa Rica por delito de lesa humanidad’”, con lo cual “Nicaragua no solo evidencia un abierto desconocimiento sobre lo que en realidad consiste un delito de lesa humanidad y las vías correctas para su judicialización, sino sobre todo su burda intención de desprestigiar a Costa Rica a la vez que desviar la atención sobre su situación interna, mediante la descarada manipulación de la información”, precisó.
El comunicado aludió, así, a la violenta crisis sociopolítica que Nicaragua registra desde el 18 de abril de 2018, situación que afecta, además a la limítrofe Costa Rica, denunció el ministerio.
“A manera de ejemplo, entre abril del 2018 y julio de 2019, Costa Rica recibió 68.638 solicitantes de refugio provenientes de Nicaragua (cuando en 2016 y 2017 la cifra total de solicitantes de refugio fue de 68 y 67 personas respectivamente), a la vez que la crisis económica nicaragüense repercute también en la economía costarricense”, indicó.
No obstante ello, “Costa Rica, fiel a su tradición civilista y solidaria, ha procurado acoger de la mejor manera a todos los nicaragüenses que se han visto forzados a desplazarse al país, brindando atención médica y servicios de salud y otros a dicha población migrante”.
En las notas dirigidas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), el canciller nicaragüense, Denis Moncada, presentó la versión de ese gobierno respecto al incidente.
“Ante esta grave violación a los Derechos Humanos de un Ciudadano nicaragüense, que fue asesinado por parte de las autoridades de la Fuerza Pública de Costa Rica (…) estamos denunciando a ese Gobierno por delito de lesa humanidad”, señaló el canciller, un militar retirado.
La tensión en las relaciones entre ambos países –que comparten frontera terrestre de 309 kilómetros-, se enmarca en la violenta crisis nicaragüense que, en 16 meses, a causa de represión policial y parapolicial antiopositora, ha cobrado centenares de vidas, generado miles de heridos, detenidos, y desaparecidos, dañado en gran escala a la economía nacional, y determinado el éxodo de decenas de miles de nicaragüenses hacia Costa Rica.
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