En el ínterin de la década de los sesenta hasta la década de los ochenta, éramos en muchos aspectos el aparador de los Estados Unidos: nos mostraban a los mesoamericanos como la sociedad perfecta, sin necesidad de comunismo ni extremismo, de hecho no tuvimos mas que unos pocos cabeza caliente que intentaron entrenarse en los movimientos sediciosos, mas por aventura que por voluntad de lucha, eran detectados en poco tiempo y ubicados, claro que también neutralizados. Los pocos izquierdistas criollos, con la excepción de Manuel Mora Valverde y su grupo, no se sentían cómodos con el liberacionismo: la socialdemocracia, enemiga capitular del comunismo ( El socialismo, enfermedad senil del comunismo, Regis Debray).
Las ideas socialdemócratas en Costa Rica, sin bien no eran monopolio del PLN, si eran los líderes de ella los mejores exponentes del partido en marras. El mundo cambió, evolucionó, se caería el Muro de Berlín y se desintegraría la poderosa URSS, todo un movimiento impensable apenas veinte años atrás, pero sucedió y dio paso a la economía de libre mercado, una manera de manejar los bienes y servicios de manera global convirtiendo el mundo entero en un mall.
La Catalina, semillero de las cabezas socialdemócratas del PLN formó dos generaciones en el manejo de un estado solidario que si bien funcionó muy bien, también es cierto que se iba terminando poco a poco por los múltiples tratados comerciales y uniones estratégicas entre estados: el mundo había cambiado radicalmente, ya Friedman había logrado coronar su tesis apadrinado por Ronald Reagan y Margaret Tatcher.
Así como doña Laura era un espécimen muy bien logrado de los programas socialdemócratas, también es verdad que su formación fue excelente, pero para moverse en las economías cerradas de la guerra fría y de la Centro América de luchas fratricidas, donde nosotros significábamos la alternativa viable, inteligente, pacífica.
Después de la llegada al poder del Lic Calderón en el año 1990, el país empezó a entrar en el comercio abierto, pero se siguió manejando el país como un paraíso socialista, que ya ni era ni funcionaba como tal. El año dos mil, entró con un poco mas de apertura económica y fue cuando en los gobiernos de Pacheco primero se firmaría el TLC, no haberlo hecho era suicida para la economía costarricense, no tenemos capacidad de ser una isla económico-social, no podemos por mas que lo deseáramos.
Óscar Arias echó a andar su entrada en vigencia y su implementación, eso era parte de la evolución del mundo y del país como una parte del mismo. Esto fue algo con lo que la mitad de los costarricenses no contaban, creían y muchísimos aun creen que se podía seguir adelante sin atarnos a los derroteros de la economía mundial, equivocada o no, aquí no pretendo juzgar su buena o mala función, simplemente estoy narrando lo que sucedió.
Una vez terminada la administración Arias Sanchez, se esperaba una crisis sin precedentes, que aun pende sobre nuestras cabezas, y la última idea de los Arias era que PLN ganaría la elección del año 2010, recordemos que Rodrigo Arias no quiso renunciar al ministerio a tiempo para ser candidato, ellos sabían que ganaría Ottón Solís u Otto Guevara (este mas fue una maniobra que una realidad electoral firme) don Ottón se tragaría una crisis sin precedentes, solo comparable a la de Rodrigo Carazo: misma situación, ambos disidentes del PLN, ambos inteligentes, ambos intransigentes, ambos irreverentes para con su expartido, eran los hombres ideales para echarse sobre sus hombros todo el peso de la situación dramática del país ( no culpo ni a Oduber, ni a Arias de las crisis, ambas crisis eran mas extrínsecas que intrínsecas).
Vino el día de las elecciones y una doscientas mil mujeres que normalmente no votan por el PLN fueron y votaron por doña Laura, no era para menos, era la oportunidad de un cambio de genero en el gobierno, pues bien ese voto fue el que echó por tierra la oportunidad de Rodrigo Arias, trayendo sobre el PLN la responsabilidad de seguir gobernando.
La llegada al poder de Laura, si bien causó un trastorno en los planes de los Arias, atenuó parcialmente esa toma de decisiones que había empezado en el gobierno de Abel Pacheco, ya Laura ni tenia interés en pasar a la historia como la mala (no iba ni va a ser la mala, pero una mente socialdemócrata ve las cosas diferentes, para eso se entrenó y se entregó en cuerpo y alma) ni tenia la idea clara de como seguir adelante con los planes y programas, ella durante el gobierno de Óscar Arias tuvo un papel menos que secundario, y no se empapó del teje y maneje administrativo necesario para ejecutar las acciones necesarias.
Rodrigo Arias Sánchez fue un ejecutivo muy bueno en el gobierno de su hermano, pero el cerebro intelectual siempre ha sido Óscar Arias, aun mas, Oscar venia hablando de estos cambios en sus libros de principios de los años setenta: quién gobierna en Costa Rica, y grupos de presión en Costa Rica, que deberían ser obras de estudio obligadas para abogados, economistas y empresarios. Oscar no inventó el liberalismo económico, Oscar fue socialdemócrata cuando se podía ser socialdemócrata, solo que evolucionó porque la gente inteligente evoluciona siempre. No creamos que don Johnny Araya nos va a devolver al estado solidario y paternalista, creer eso causará mas mal que bien, no porque no quiera, no, sino porque el mundo es otra cosa diferente y somos parte del mundo.
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