George Rodríguez EP. Estados Unidos elabora planes para lograr el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela, dijo, este jueves, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo.
La planificación podría, en el lapso de dos semanas, quedar pronta para su implementación, indicó el funcionario, en declaraciones a medios de comunicación que lo acompañan en la visita que lleva a cabo a Filipinas.
El involucramiento estadounidense en apoyar a la población venezolana es profundo, aseguró.
Respecto a maneras para ingresar la ayuda, a territorio de Venezuela, no obstante la tenaz oposición a ello por parte del cuestionado presidente venezolano, Nicolás Maduro, constituye una prioridad para el gobierno estadounidense, por lo que “estamos trabajando en planes para hacer eso”, reveló Pompeo.
Se trata de un problema de grandes dimensiones, aseguró, al referirse a la dramática situación humanitaria que la mayoría de los venezolanos soporta hace años, de acuerdo con lo expresado por el jerarca gubernamental estadounidense.
“Tenemos la esperanza de que, en el próximo par de semanas, podamos realmente empezar a incidir en ese problema”, indicó Pompeo, quien agregó que “es un gran problema (…) que tomó mucho tiempo atender”, para subrayar que “es una parte importante de asegurarnos de que las voces del pueblo venezolano sean escuchadas, y que pueda vivir en condiciones que no son las que Maduro les ha impuesto”.
El gobierno de Estados Unidos mantiene el compromiso de apoyar a la población del caribeño país sudamericano, garantizó.
“Seguimos profundamente involucrados en el proyecto en Venezuela: apoyar al pueblo venezolano, asegurarnos de que ingresemos la ayuda humanitaria y que el pueblo venezolano la reciba, de modo que la comida, la medicina, y los kits de higiene que hemos puesto delante de ellos, puedan, efectivamente, llegar a las personas quienes los necesitan”, enfatizó.
Pompeo hizo, de ese modo, referencia al intento opositor, llevado a cabo sin éxito el 23 de febrero, por ingresar, a bordo de camiones, toneladas de ayuda humanitaria –principalmente estadounidense- almacenada en Colombia –la mayor parte- y Brasil, países con los cuales Venezuela comparte fronteras terrestres de, respectivamente, 2,341 y 2,137 kilómetros.
Guaidó encabezó el esfuerzo llevado a cabo desde la oriental ciudad limítrofe colombiana de Cúcuta.
El régimen madurista impidió el ingreso de la ayuda de emergencia, mediante fuerte represión, en ambos sectores fronterizos, con saldo de víctimas fatales y heridos.
Maduro sostiene, para justificar su negativa a que la ayuda ingrese a territorio venezolano, por una parte, que Venezuela no la necesita, y, por otra, que se trata del preludio de una invasión militar estadounidense.
La crisis socioeconómica, política, y de seguridad venezolana ha generado el éxodo que, de acuerdo con diversos cálculos, han emprendido por lo menos 3.5 millones de personas quienes, vía terrestre, se han desplazado a países sudamericanos tales como los limítrofes Brasil y Colombia, lo mismo que a otras naciones del área, incluyendo Ecuador y Perú.
Además de la represión antiopositora por parte del régimen madurista, los migrantes denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el marcadamente bajo poder adquisitivo de los salarios, y la generalizada falta de oportunidades.