George Rodríguez EP. El Grupo Internacional de Contacto (GIC) sobre Venezuela analiza, este jueves, los resultados de la labor llevada a cabo, en el terreno, por dos grupos de trabajo europeos, informó la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, la italiana Federica Mogherini.
Los equipos de trabajo, cuya creación fue acordada por autoridades de la Unión Europea (UE), se enfocaron, respectivamente, en temas de asistencia humanitaria, lo mismo que en el área electoral, indicó Mogherini, durante la inauguración de la II Reunión del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, en Quito, la capital de Ecuador.
La idea consistió en desarrollar la labor general del GIC en ambos campos, precisó.
“Estos grupos viajaron, a Caracas (la capital venezolana), la semana pasada, y, hoy, podremos discutir sus resultados, y considerar sus recomendaciones operativas, para avanzar con nuestro objetivo de ayudar, al pueblo de Venezuela, a abordar sus necesidades más acuciantes, y a contribuir a traer democracia y estabilidad al país”, expresó la funcionaria europea.
Tras la primera reunión del grupo europeo-americano, llevada a cabo el 7 de febrero, en Montevideo, la capital de Uruguay, el bloque birregional mantiene la disposición a aportar a dar solución pacífica a la crisis venezolana, subrayó.
“Hemos estado trabajando bien, juntos, desde nuestro encuentro en Montevideo, y continuaremos nuestros esfuerzos conjuntos, con el objetivo de ayudar al pueblo venezolano a encontrar una solución pacífica, democrática, y venezolana, a la crisis del país, a través de elecciones libres y creíbles”, señaló.
Al expresar la fuerte preocupación del Grupo de Contacto por la dramática situación humanitaria del caribeño país sudamericano, Mogherini reafirmó, con énfasis, el rechazo del bloque de ocho países europeos y cinco latinoamericanos a cualquier opción de solución violenta a la situación venezolana.
“Durante las últimas semanas, hemos seguido, con gran preocupación, los acontecimientos en Venezuela, el deterioro de las condiciones económicas y sociales, la mayor polarización de la crisis económica, y las preocupantes señales de una posible escalada de la violencia”, expresó, para agregar que “quisiéramos enfatizar, una vez más, nuestro firme rechazo al uso de la fuerza como medio para abordar la crisis actual”.
Mogherini informó, asimismo, que ha desarrollado contactos internacionales y regionales, lo mismo que dentro de Venezuela.
“Después de nuestra primera reunión ministerial, en Montevideo, hemos intensificado nuestro trabajo en común, con una muy extensiva ronda de consultas y contactos con todos los actores relevantes en Venezuela, en la región, y a nivel internacional”, gestiones que, en el último caso comprendieron a autoridades de Naciones Unidas –incluido el secretario general de la organización mundial, el portugués António Guterres-, y representante de los miembros permanente del Consejo de Seguridad, así como autoridades del Vaticano, además de cancilleres latinoamericanos, puntualizó.
Mogherini planteó, además, que el esfuerzo del grupo es reconocido.
“Hay un amplio reconocimiento de la útil contribución que el Grupo Internacional de Contacto ha realizado en las últimas semanas, al ser la única iniciativa internacional con acceso de alto nivel a todas las partes relevantes en Venezuela, y estamos preparados para implicarnos, aún más, con todos los actores relevantes, en la región y a nivel internacional, construir puentes para reforzar un entendimiento común, y allanar el camino para una solución política, pacífica y democrática, a la crisis venezolana”, aseguró.
Al cierre de su primera reunión –llevada a cabo el 7 de febrero, en Montevideo-, el GIC acordó establecer comunicación con las partes involucradas en la crisis venezolana, y se comprometió a movilizar ayuda humanitaria hacia ese país.
Para ello, el GIC decidió trabajar según el Mecanismo de Montevideo, iniciativa que, propuesta por los gobiernos de México y Uruguay, y de los quince países integrantes de la Comunidad del Caribe (Caribbean Community, Caricom), privilegia el diálogo en procura de lograr solución, integral y duradera; a la crisis que afecta a Venezuela.
Los 17 promotores del mecanismo indicaron, en un comunicado conjunto que emitieron el 6 de febrero, que la iniciativa está “a disposición de los actores venezolanos como una alternativa pacífica y democrática que privilegia el diálogo y la paz, para fomentar las condiciones necesarias para una solución integral, comprehensiva y duradera”.
Los participantes en el primer encuentro del GIC, se comprometieron, además, a priorizar la ayuda humanitaria internacional a Venezuela, algo a lo cual el gobierno del nacional e internacionalmente cuestionado presidente de ese país, Nicolás Maduro, se opone inflexiblemente.
El GIC está integrado por ocho países europeos -Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Reino Unido, y Suecia- y cinco latinoamericanos -Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México, y Uruguay-.
Costa Rica y México también son parte del Grupo de Lima, bloque americano que integran junto con Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Granada, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, y Perú.
El Grupo de Lima toma su nombre de la capital de Perú, ciudad en la que fue creado, el 8 de agosto de 2017, para dar seguimiento, y buscar solución pacífica, a la crisis venezolana.
Esa dramática situación humanitaria, política, y de seguridad ha generado el éxodo que, de acuerdo con diversos cálculos, han emprendido alrededor de 3.5 millones de personas quienes, vía terrestre, se han desplazado a países sudamericanos tales como los limítrofes Brasil y Colombia, lo mismo que a otras naciones del área, tales como Ecuador y Perú.
Además de la represión antiopositora por parte del régimen madurista, los migrantes denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el marcadamente bajo poder adquisitivo de los salarios, y la generalizada falta de oportunidades.