George Rodríguez EP. Los gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica –El Salvador, Guatemala, Honduras- acordaron investigar quiénes son los organizadores de la Caminata del Migrante, masiva movilización de ciudadanos de escasos recursos de esos países –mayoritariamente hondureños- quienes se dirigen a Estados Unidos, informó esta madrugada el gobierno salvadoreño.
La decisión resultó del encuentro que el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, desarrolló anoche con y el vicepresidente salvadoreño, Oscar Ortiz, y, previamente, con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.
Los tres gobiernos procurarán información sobre los organizadores de la marcha, “para que se investiguen los hechos y los responsables” de la masiva movilización iniciada a mediados de octubre en Honduras, a la que se sumaron, la semana pasada, contingentes de salvadoreños, indicó la Casa Presidencial de El Salvador, en un comunicado.
Además, Morales y Ortiz, reunidos en San Salvador, la capital salvadoreña, acordaron priorizar la seguridad de los caminantes quienes, cruzando los tres países del Triángulo Norte, así como México, aspiran a ingresar, desde territorio mexicano, a Estados Unidos, según la información oficial.
Durante una reunión privada, y sin formular posteriores declaraciones a medios de comunicación, Morales y Ortiz “determinaron como prioridad la seguridad de los migrantes y que se establezca un protocolo” de intercambio de información, entre los países involucrados en el recorrido, para determinar las condiciones en que se encuentran los migrante, se agregó en el comunicado.
También fueron abordados aspectos referidos a la integridad de los miles de ciudadanos del Triángulo Norte quienes procuran llegar a Estados Unidos, indicó, además, el gobierno salvadoreño.
La agenda del diálogo incluyó “temas que vienen a reforzar las acciones que se desarrollan para garantizar la integridad física y el respeto de los derechos” de los migrantes, informó.
La reunión en San Salvador se llevó a cabo horas después de que, en Tegucigalpa, la capital de Honduras, Morales dialogó, sobre el tema, con Hernández.
Los presidentes indicaron, en posterior conferencia de prensa conjunta en la Casa Presidencial, que es prioritario determinar la identidad de quienes organizaron el masivo desplazamiento que, actualmente, tiene lugar por territorio mexicano.
Ello requiere participación de los cinco gobiernos involucrados, planteó Hernández.
“Nuestro gobierno considera que los países del Triángulo Norte, México y Estados Unidos, debemos darle alta prioridad a la investigación de los responsables de las movilizaciones irregulares”, planteó.
Los cinco gobiernos deben “aplicar la ley, con severidad, a quienes organizan, incitan o promueven con fines políticos y criminales”, los desplazamientos de migrantes indocumentados, y, de ese modo, actúan “violentando las leyes migratorias de múltiples países”, sugirió, además.
Según Hernández, se debe, mediante cooperación técnica, apuntar a actuar, en conjunto, judicialmente.
“La cooperación técnica en este asunto debe ser con un enfoque de acción entre los países afectados para avanzar con base en la ley y las evidencias con las acciones procesales correspondientes”, precisó.
Además, señaló que los cinco gobiernos deben trabajar, unidos, para generar las oportunidades que no existen en el Triángulo Norte y que miles de ciudadanos de esta región –una de las más violentas, a nivel mundial- optan por buscar en Estados Unidos.
Si se trabaja conjuntamente para consolidar “la paz, la prosperidad y las oportunidades de nuestra región, estaremos haciendo la mejor inversión para nuestros pueblos”, aseguró el mandatario hondureño.
También aseguró que un alto número de caminantes hondureños –que ubicó en más de 6,500- ha regresado.
“La mayoría de los hondureños” optó por regresar, “al darse cuenta del engaño” de que fueron objeto, afirmó.
Sin identificarlos, Hernández dijo que diferentes grupos involucraron a miles de personas en una actividad riesgosa.
Esos grupos promovieron “una migración desordenada e insegura, sin seguir los procedimientos migratorios”, denunció el presidente hondureño, quien llamó a no “restar importancia a esto que ha ocurrido”, contexto en el cual “se ha puesto en peligro la vida de tantas personas”.
Por su parte, y en coincidencia con su colega y anfitrión hondureño, Morales planteó que migrar constituye un derecho que se ejerce por decisión personal.
Sin embargo, “no puede hacerse de una forma como la que se dio, donde se violaron no solamente las leyes de algunos países que estábamos en tránsito sino la misma seguridad” de los caminantes, motivo por el cual “condenamos, al igual que el Gobierno de Honduras, cualquier móvil o argumento que se puede presentar para poder generar, por la necesidad de nuestras gentes, este tipo de migraciones que pone en peligro la vida de las personas”.
La Caminata del Migrante –que incluye a mujeres, algunas embarazadas, y niños- salió el 13 de octubre de la noroccidental ciudad de San Pedro Sula –el centro industrial maquilador textil de Honduras- rumbo a Estados Unidos.
Los participantes en la marcha huyen de la violencia y la falta de oportunidades que afectan a Honduras, país que, junto con El Salvador y Guatemala, integra el Triángulo Norte de Centroamérica –una de las regiones más inseguras, a nivel mundial-.
Al grupo original se han sumado por lo menos dos contingentes salvadoreños, que también avanzan, por territorio mexicano, hacia Estados Unidos.
Entretanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha formulado reiteradas declaraciones contra el desplazamiento de los migrantes centroamericanos, habiendo afirmado que no podrán ingresar a territorio de Estados Unidos porque, a causa de que, entre los caminantes figuran delincuentes, la marcha constituye un riesgo para la seguridad de ese país.
En tal sentido, ha ordenado la movilización de aproximadamente siete mil efectivos militares hacia la Frontera Sur estadounidense –el límite de 3,155 kilómetros con México- para detener el avance de los caminantes.