Elvis Martínez | EP. El epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública de Suecia y gurú de la inmunidad de rebaño, Anders Tegnell, reconoció el miércoles que el gobierno sueco se equivocó con la política de rebaño para abordar la pandemia del coronavirus que ha azotado al país con un alto número de fallecidos que supera más de 5 mil personas.
A través del programa “Verano en P1” de la radio pública sueca Tegnell calificó de “terrible” y evitable la cantidad de muertos por Covid-19.
“Las cifras de muertos en Suecia son terribles y deberían poder haberse evitado. Eso ha sido lo peor de la pandemia y la pregunta me sigue carcomiendo: ¿qué más podíamos haber hecho?”, expresó el funcionario.
Suecia no apostó por el confinamiento como la mayoría de países, si no que aplicó algunas recomendaciones y prohibiciones como mantener abierto bares, restaurantes y escuelas con restricciones ampliadas. Según Tegnell el objetivo era reducir los efectos del virus y proteger a los grupos de mayor riesgo siguiendo el “modelo clásico”.
Ahora el funcionario reconoce que la estrategia no les funcionó. Al miércoles 24 de junio el país registraba 5.161 muertos, una tasa de 50,30 por 100.000 habitantes, lo que supone cinco veces más que Dinamarca, nueve más que Finlandia y diez veces más que Noruega.
“Fue como si el mundo se volviese loco y que todo lo que habíamos discutido pareciese olvidado. País tras país cerraron sus fronteras y sus sociedades completamente”, expresó Tegnel en el programa de radio.
Más del 90% de los decesos por Covid-19 se han dado en asilos.
“Creímos que nuestra sociedad segregada por edad evitaría una situación como la de Italia, donde varias generaciones viven a menudo juntas. Pero se demostró que estábamos muy equivocados. La cifra de muertos subió de forma dramática”, expresó Tegnel quien aún no se atreve a dar conclusiones sobre el comportamiento de la pandemia en su país.
Details of Sweden’s coronavirus commission revealed https://t.co/Fka9TZbXoc pic.twitter.com/sEZmpZ3tsz
— Radio Sweden (@radiosweden) June 25, 2020
“Creo que aún no tenemos una buena respuesta a qué podíamos haber hecho. Hay diferencias claras entre países, cómo se registran los muertos, porcentaje de población anciana, cómo organizamos los servicios geriátricos. Sacar conclusiones ahora puede llevar a muchas respuestas erróneas”, dijo.
Señaló que el Covid-19 es impredecible y es difícil saber qué métodos tienen mejor efecto. Manifestó que el confinamiento trae consecuencias negativas para la salud de las personas a medio y largo plazo.