"Te lo regalo si me partís un cuatro en cuatro", con esta sencilla frase, don Adán Rosales se quitaba los chiquillos que llegaban a pedir helados regalados a su carretón, que parqueaba por los lados de la Iglesia de Naranjo. Claro, era imposible partir un cuatro en cuatro, un cuatro era una moneda de cincuenta céntimos y era imposible partirlo en cuatro partes puesto que eso significaba hacer cuatro partes de doce centavos y medio, hasta que un día llegó Memito Morales, un chiquillo precoz y le mostró dos dieces, quince y quince centavos, esto es dos monedas de diez centavos y dos monedas de diez centavos acompañadas de una de cinco centavos cada una. Ninguno de nosotros había resuelto ese acertijo, debido en parte a que creíamos que lo de partir un cuatro en cuatro significaba en cuatro partes iguales.
Cuando me fui a vivir a mi casa en medio de una finca, sin haber vivido jamás en el campo, tuve en las primeras noches una sensación de extrañamiento; en medio de la noche me despertaba sabiendo que alrededor solo había pastizales y ganado, me parecía estar viviendo una ilusión: "delusion" en inglés, define mejor esa extraña sensación, que uno puede leer en "la isla del tesoro" de Robert Louis Stevenson ( Stevenson era un abogado y escritor inglés y se embarcó unos años con piratas para conocer los mares del sur. Ahí tuvo una crisis muy similar al desdoblamiento de la personalidad que describe en su célebre novela), es aquella sensación racional de estar inmerso en un mundo irracional; no es una alucinación ni un delirio, es sentir que somos totalmente extraños al medio que nos rodea, o que el mundo que nos rodea es totalmente extraño a nosotros mismos.
Siempre he creído que mientras exista la FANAL, estaremos metidos en un juego de doble moral, por más que se quiera achacar el monopolio de la fabricación de alcohol a una idea altruista de nuestros antepasados, fabricar alcohol de una calidad mejor para evitar las enfermedades letales de los alcoholes "impuros", es decir los "guaros cimarrones", "chirrite", "pedo de chancho", "llama azul" o como quieran llamarle. Esa táctica nunca erradicó la fabricación de aguardiente clandestino, como tampoco en Nicaragua y Panamá, países donde el Estado no es el productor de alcohol, se vende alcohol adulterado como regla, siendo más bien la excepción.
Debo aclarar que soy heterosexual, aunque me considero exactamente igual a quienes no lo son. Hago esta confesión para que no se crea que busco intereses mas allá de la justicia.
"Me gustas democracia, pero estas como ausente". Este graffiti me puso a reflexionar profundamente sobre el destino de nuestra democracia, el presente y el futuro no son prometedores para su desarrollo. Desde el esplendor de la democracia ateniense, hace ya más de veinte siglos, el término democracia ha sido el santo grial de los pueblos, se han dado democracias ejemplares en todo el mundo y nosotros mismos hemos tenido períodos de verdadera democracia, aunque su brillo y esplendor está siendo apocado por una clase política que simple y sencillamente vive de ella, utilizando el voto sagrado del pueblo para mantenerse en su estatus quo.