El bullyng siempre ha existido, lo que sucede ahora es que es más evidente y hay muchas maneras sutiles de practicarlo. El acoso, la intimidación, la presión, la burla, son maneras de practicarlo que siempre ha habido. Quienes practican el bullyng son producto de hogares enfermos, muy enfermos, que para sobrellevar el calvario puertas adentro de su hogar, tienen que satisfacer ese instinto vengativo de los corazones enfermos.Al no poder resolver los problemas del padre que anda en negocios oscuros o la madre alcohólica,
Rogelio Arce Barrantes
Si lo que pretenden quienes impulsan la dolarización de la economía (que ya está dolarizada) es que perdamos un margen de negociación ínfimo que nos dejan las bandas, manejadas por el BCCR, deberán pensar en los pro y los contras de todos los ciudadanos, que no necesariamente son los mismos de ellos.
Por Rogelio Arce.
Diecinueve años después, un hombre conocido como Terence Valentine, costarricense de sesenta y cuatro años de edad, continúa esperando en una cárcel, un desenlace entre la muerte y la cárcel: con todo ese tiempo en una espera angustiante y angustiosa, no ha muerto físicamente pero ha muerto de miedo siete mil veces, siete mil amaneceres. Somos un país pequeño, pero con la suerte de que hace más de ciento veinte años, un general nuestro en Alajuela dijera en determinado momento: "la vida humana es inviolable" y eliminó de cuajo la pena capital.
"Encontrarse con el libro indicado, puede cambiar nuestra vida", esta frase de Marcel Proust es una realidad, hay libros que cambian la visión del mundo que tiene el lector antes de leerlo y después de leerlo, como "El proceso" de Frans Kafka, "La vida de Iván Ilich" de Tolstoi, "Crimen y Castigo" de Feodor Dovstoieski; menciono sólo esos pero hay muchos más.
"El mayor castigo para quienes no se interesan en la política, es que serán gobernados por los que si se interesan", Arnold Toynbee. No encuentro mayor realidad sobre nuestros yerros o aciertos, sobre los abusos de poder de algunos y la falta de sentido y de coraje de otros, que esta frase de Toynbee. ¿Cuántas veces escuchamos a la gente y a nosotros mismos maldecir de la política y de los políticos en general? Infinidad de veces, para después quejarnos sin acertar a aceptar que si no votamos también hemos elegido: dejando que otros elijan, estamos entregando nuestra libertad en manos de quienes eligen y no podemos ignorar eso.