(Reuters).- El primer ministro británico, Boris Johnson, del Partido Conservador, renunció a su puesto debido a presiones de su grupo político, en las que se incluyen renuncias en su gabinete.
A esto se le suma los escándalos que ha tenido su administración como el “Partygate”, cuando organizaba fiestas clandestinas durante los confinamientos ante la crisis sanitaria por covid-19.
Estas fiestas le valieron una moción de censura presentada por su partido en Parlamento donde obtuvo 211 votos a favor de 359, por lo que dentro sus propios legisladores existen 148 descontentos con su labor.
“Es claramente la voluntad del grupo parlamentario conservador que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro”, afirmó Johnson, explicando los motivos de su renuncia.
El primer ministro, anunció que dejará el cargo después de las renuncias de su gabinete, como protesta al liderazgo que ejerce como mandatario.
Las salidas de Will Quince, de la cartera de Infancia y Familia, Robin Walker, ministro de Estado para los estándares escolares y el ministro subalterno de Vivienda; junto a otros diputados, terminan por crear un ambiente de “fracaso”, señalado por Boris Johnson.
Jonhson añadió que estaba “triste por renunciar al mejor trabajo del mundo”, mientras intentó luchar por cumplir con las promesas de la campaña del 2019, cuando fue electo.
Ahora le tocará al Partido Conservador y sus congresistas elegir al próximo primer ministro de Gran Bretaña.