Aarón Chinchilla EP. | El Diputado y presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Pedro Muñoz, solicitó al Presidente de la República, Carlos Alvarado, gestionar el apoyo internacional en contra el Gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en Nicaragua.
En su intervención ante el plenario legislativo, Muñoz denunció la violencia con que actúan las autoridades estatales y grupos parapoliciales afines al Gobierno Orteguista en contra de los ciudadanos nicaragüenses.
“Según nos informa y de lo cual tengo los audios, ráfagas de balas despertaron a los ciudadanos de Masaya y la comunidad indígena de Monimbó, según indica al menos 1500 efectivos de fuerzas combinadas paramilitares de la policía nacional y antimotines con armas de grueso calibre como M30 y RPG7, abrieron fuego desmedido y desproporcionado en estas ciudades (…) Mientras buscamos canales diplomáticos de ayuda humanitaria el ¨ río de sangre (sic) de hermanos nicaragüenses tocan nuestros pies”.
Asimismo, Muñoz envío una carta al Presidente Alvarado el 7 de Julio anterior, en la cual solicitaba, entre otras cosas, ofrecer soporte de la Cruz Roja y la asistencia médica a los estudiantes y civiles nicaragüenses.
“Señor Presidente, llegó el momento de pasar de las palabras a los hechos y no dudo de su enorme y solidario compromiso con nuestros hermanos y hermanas nicaragüenses”.
A pesar de la solicitud, el congresista señala que no ha recibido ningún tipo de respuesta por parte del Ejecutivo.
“Aunque no dudo de su gestión al día de hoy no he tenido respuesta de la misiva. Sigo a la espera de la respuesta, y reitero mi solicitud formal al Gobierno de la República y en especial al Señor Presidente Carlos Alvarado gestionar la ayuda necesaria para colaborar con familias enteras que el día de hoy vuelven a sufrir de la mano opresora de José Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.”
Por otra parte, el Secretario General del PUSC, Pablo Heriberto Abarca, aseveró que “en nuestra patria atravesamos una situación de emergencia, pero no podemos olvidar a Nicaragua”.
“Debemos con urgencia ofrecer nuestra ayuda y de no ser posible solicitarla formalmente a la comunidad internacional y muy en especial solicitar a la Organización de Naciones Unidas (ONU) su intervención inmediata”,señaló Abarca.
Estallada el 18 de abril, a raíz de un fracasado decreto presidencial que apuntaba a reformar el sistema de pensiones del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), la crisis ha implicado una escalada de violencia policial y para policial contra extensos sectores de la sociedad civil que ahora exigen la renuncia de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, a sus respectivos cargos.
En casi tres meses, la convulsión sociopolítica ha cobrado más de 350 vidas, y generado más de dos mil heridos, detenidos, y desaparecidos, además de daños infraestructurales y económicos.