
Allan Madriz | EP. Un proyecto de ley impulsado por el Partido Frente Amplio busca que las entidades financieras con alta rentabilidad paguen un impuesto o logren bajar sus tasas de interés.
La propuesta establece los bancos que presenten una rentabilidad superior al 8% y hayan otorgado créditos, a tasas de interés superiores a la tasa de interés activa promedio durante el periodo fiscal correspondiente, tengan que pagar una tarifa del 37,5 % sobre utilidades (tarifa actual es del 30%).
Es decir, deberán pagar una tarifa mayor las entidades bancarias que tengan rendimientos extraordinarios y que cobren tasas de interés mayores a las promedio en todo el Sistema Financiero Nacional.
Pero la iniciativa señala que los bancos con tasas de interés inferiores a las promedio en el Sistema Financiero Nacional, aunque tenga altas utilidades, no tendrán que pagar la tarifa mayor.
“Así, las entidades tienen un importante incentivo para reducir las tasas de interés que le cobran a los ciudadanos y las ciudadanas, beneficiando a quienes toman créditos”, indicó Edgardo Araya, jefe de fracción del FA.
Los frenteamplistas sostienen que durante los últimos cinco años, las entidades financieras han generado ganancias por más de 1,2 billones de colones, lo que significa un crecimiento del 7.7%, muy superior al 2.5% de la economía costarricense.
Asimismo señalan que existe una desigualdad en el mismo sector financiero bancario entre las entidades que tienen bajas o altas rentabilidades, mientras los clientes de los créditos están pagando altas tasas de interés.