(San José).- El Partido Liberación Nacional se niega a morir. Son demasiadas las cabezas que esperan con tiquete en mano por un pedazo de poder político como para apagar las luces y desarmar los toldos.
Por ello y muchas razones más, los verdiblancos arrancaron este setiembre con una serie de encuentros y actividades partidarias que apuntan a la militancia de base como el tanque de ocígeno necesario para mantener a flote la barca verdiblanca.
Y si alguna vez el PLN pudo jactarse de ser la mayor fuerza política del país, lo cierto es que 70 años de historia hace que pesen las piernas de un partido que en los últimos 30 años presenta de forma cíclica las mismas caras electorales, valga la redundancia.
Es por ello, que la presidenta saliente (así de crítica está la cosa) Kattia Rivera, quien terminará de salir del puesto en noviembre luego de la última crisis política creada por la tozudez del (también saliente) secretario general del Partido, Gustavo Viales.
Recordemos que Viales llevó en banda al Comité Ejecutivo Nacional ante su negativa a renunciar luego que a él y su padre (el alcalde suspendido de Corredores, Carlos) los relacionaran con un narcotraficante de la Zona Sur.
Es por esto que Rivera y compañía anunciaron para setiembre una serie de actividades virtuales y presenciales en todo el país.
Este fin de semana por ejemplo, los cantonces de Bagaces, Abangares, Tilarán, y Cañas, en la provincia de Guanacaste, recibieron a dirigentes para trabajar en la identidad partidaria y el refrescamiento de cuadros políticos.
Días antes, se había llevado a cabo un encuentro similar en Liberia, Carrillo, La Cruz y Santa Cruz.
Esta es la primera jornada y los primeros encuentros, de un total de 23 que están programados entre setiembre y noviembre.
Además, los verdiblancos habilitaron el campus virtual de su centro de estudios filosóficos y políticos, Instituto de Capacitación Rodrigo Facio, donde repasan los principios ideológicos ligados a la socialdemocracia, que sí, es la ideología del PLN, y que le da su identidad de Partido de izquierda, aunque en la práctica de sus últimos 12 años de ejercicio de poder político, sea tan liberal como el que más.