San José.- La renuncia de la expresidenta Laura Chinchilla al PLN movió los cimientos de la agrupación verdiblanca y generó todo tipo de reacciones, entre ellas, la del expresidente Oscar Arias, quien señala como indispensable que se de una limpia en la agrupación y abrir una verdadera reflexión sobre la debacle.
“Es indispensable que mucho dirigente de Liberación se aparte”, escribió Arias en sus redes sociales en medio de la tensión provocada por el anuncio de Chinchilla, mientras en la sede de la agrupación, el Balcón Verde, las autoridades del Partido se reunían de emergencia para hacer la primera evaluación de los daños y fracturas que evidenció la expresidenta con su decisión.
La tercera derrota del PLN en el proceso que llevó a Rodrigo Chaves a la silla presidencial en el balotaje de abril pasado, fue tomada casi con indiferencia por el Partido, envuelto en escándalos relacionados con la investigación de casos de corrupción contra alcaldes verdiblancos.
La investigación contra los alcaldes implicados en el caso Diamante, donde se habrían dado contratos de obra pública gracias a la intervención de alcaldes y líderes del PLN, salpicaron al secretario ejecutivo de la agrupación, Gustavo Viales, pues en medio de las revelaciones, las autoridades revelaron la investigación contra el alcalde de Corredores, Carlos Viales.
Esta investigación contra el alcalde Carlos Viales, también incluyó preguntas y cuestionamientos contra el secretario ejecutivo del PLN.
Gustavo Viales debió aceptar que visitó la casa de un narcotraficante ligado a la investigación que implicaba su padre.
Así que, tanto para Arias como para buena parte de los verdiblancos, incluida Laura Chinchilla, era imperante una revisión profunda del Partido y sus líderes, pero eso fue algo que no se hizo.
De hecho, cuando Chinchilla intentó empujar un proceso para separar a Viales de la Secretaría, chocó con pared, pues el Partido en sus estatutos, no le da el poder al Tribunal de Ética para separarlo, y al no haber una estructura de debido proceso bien plantada, es imposible que la Asamblea Nacional del partido tenga causas jurídicamente probadas y fundamentadas, para separarlo.
Esta posición del Partido y su falta de autocrítica, terminó hartando a Chinchilla y provocando las palabras pesadas de Arias:
“Pasada la elección, las bases liberacionistas esperábamos una evaluación crítica sobre la campaña, la cual nunca se dio. También esperábamos que los dirigentes actuales y de campaña asumieran su responsabilidad en la derrota y pusieran su renuncia, como se estila en los partidos políticos de las democracias más maduras y consolidadas del mundo. Esto tampoco se dio”.
“Luego de la derrota un proceso de introspección y de renovación era indispensable para la continuidad del partido, y es precisamente la ausencia de rendición de cuentas lo que tiene a Liberación Nacional sumido en una profunda crisis”, dijo Arias.
