George Rodríguez EP. Transcurrido, este jueves, el segundo día de la negociación gobierno-oposición, en procura de solución a la violenta crisis sociopolítica que afecta a Nicaragua, las deliberaciones continuaron centradas en aspectos técnicos, sin entrar al debate de fondo, planteó, en un comunicado, la parte opositora.
“Como se informó ayer, las negociaciones se encuentran en la etapa de definir aspectos de forma y funcionamiento críticos para la claridad y la transparencia”, pero “es importante reiterar que la negociación no ha entrado a temas de fondo”, indicó la multisectorial Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
La coalición indicó que aspira a dar a conocer los temas abordados hasta ahora.
“Nuestra expectativa es hacer públicos todos los puntos de esta etapa de la negociación tan pronto como los tengamos acordados”, expresó.
La Alianza Cívica aludió así al hecho de que, tal como lo informó el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, el 21 de febrero, cuando anunció la realización de la negociación bipartita, el diálogo se desarrolla a puerta cerrada, y sin presencia de medios de comunicación.
En tal contexto, el comunicado de la agrupación no incluyó detalles sobre el desarrollo de la segunda jornada de conversaciones.
Sin embargo, el portal informativo Nicaragua Investiga (NI), informó que, según datos filtrados a medios de comunicación, el diálogo se encuentra estancado y en riesgo de no continuar.
“Las negociaciones entre la Alianza Cívica y el gobierno se estancaron, este jueves, según logramos conocer, por filtraciones, los medios de comunicación”, indicó NI, en un material informativo audiovisual.
De acuerdo con esas versiones, el punto de desacuerdo se centra en el tema de presencia de garantes internacionales, precisó el medio.
“La fuente informa que los controversiales negociadores de Ortega, se rehúsan a aceptar garantes internacionales, como lo solicita la Alianza, para asegurarse de que los acuerdos a los que se lleguen serán respetados”, indicó.
Al respecto, la posición gubernamental consiste en que la solución a los problemas objeto de la negociación es de competencia exclusiva de los nicaragüenses, por lo que no es aceptable la participación de organismos internacionales como Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos, agregó.
En cuanto a la posición planteada por los negociadores gubernamentales, “la fuente indica que (…) expresan que los conflictos que se discutirán en las negociaciones corresponde resolverlo a lo interno, entre nicaragüenses”, señaló.
A causa de la intransigente posición gubernamental, la continuación de las conversaciones podría estar en riesgo, de acuerdo con la información.
“La presión es fuerte, según se indica, al punto que la Alianza Cívica amenaza con levantarse de la mesa, y abandonar las negociaciones, si el gobierno no accede a esta petición”, indicó NI.
El encuentro, iniciado el miércoles, ocurre ocho meses después de suspendido el diálogo para buscar solución a la crisis que afecta a Nicaragua.
Instalado el 16 de mayo –casi un mes después de estallada la dramática situación-, el diálogo quedó suspendido en junio, a causa de las profundas desavenencias entre gobierno y oposición.
Estallada el 18 de abril, la violenta crisis sociopolítica nicaragüense se caracteriza por la represión policial y parapolicial antiopositora, que ha cobrado centenares de vidas, generado miles de heridos, detenidos, y desaparecidos, dañado en gran escala a la economía nacional, y determinado que decenas de miles de nicaragüenses emigren, principalmente hacia la limítrofe Costa Rica -donde más de veinte mil personas han solicitado refugio-.
La represión ha sido, desde entonces, la respuesta sostenida del régimen de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, ante la masiva exigencia popular de que ambos renuncien.
Las acciones policiales y parapoliciales se han centrado, más recientemente, en periodistas y medios independientes así como en organizaciones no gubernamentales de derechos humanos.