George Rodríguez EP. Dos trabajadores del canal informativo de televisión 100% Noticias, detenidos durante un allanamiento a ese medio, en diciembre, fueron puestos en libertad el fin de semana, informó este domingo el periódico nicaragüense El Nuevo Diario (END).
Se trata del chofer Joseph Hernández y del controlista de sonido Gustavo Cerna, indicó el diario, que citó a personas allegadas a ambos.
Hernández y Cerna fueron detenidos el 21 de diciembre, cuando efectivos policiales y parapoliciales allanaron violentamente la sede central de la estación de televisión, en un sector de Managua, la capital nicaragüense.
Durante la operación también fueron arrestados los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda, respectivamente, director y jefa de Prensa del canal –quienes permanecen detenidos-, y la directora ejecutiva del medio y esposa del director, Verónica Chávez –quien fue liberada horas después, y narró, en conferencia de prensa, lo ocurrido ese día-.
Claudia Hernández, hermana del conductor, informó, en redes sociales, sobre la liberación del conductor de vehículos del canal, e indicó que su hermano agradeció las expresiones de solidaridad de que fue objeto a raíz de su detención.
Entretanto, una periodista –no identificada- de 100% Noticias, informó sobre la puesta en libertad de Cerna, indicó el diario.
Por su parte, Joseph Hernández informó que fue puesto en libertad la noche del sábado, y que, a bordo de un vehículo de la Policía Nacional, fue conducido a su vivienda.
Ambos –al igual que los demás detenidos del canal- permanecieron encarcelados en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), instalación policial de detención ubicada en las afueras de Managua, y más conocida como “El Chipote”, donde estuvieron recluidos durante 15 días, sin que se les tipificase ningún delito, según la versión periodística
En esas instalaciones, ubicadas en las afueras de Managua, los detenidos, lo mismo mujeres que hombres, permanecen en candilones infrahumanas, además de ser sometidos a tortura –lo que incluye violación-, de acuerdo con denuncias formuladas por víctimas, familiares, y defensores de derechos humanos.
Las denuncias han incluido señalamientos de que los detenidos no reciben los alimentos que sus familiares procuran que les sean entregados.
Sin embargo, en declaraciones que formuló a END, contenidas en una grabación audiovisual difundida también este domingo, Hernández aseguró que onno fue objeto de ningún apremio físico.
“No tengo cómo decirte que fui maltratado, porque, para qué?”, expresó, para agregar que “sería mentiroso en decirte que me golpearon, porque no lo hicieron, más mínimo”, luego de plantear que tampoco fue golpeado –aunque, sí, esposado- al ser detenido, durante el allanamiento.
También aseguró que en el lugar existe preocupación por la salud y la alimentación de los reclusos.
“La atención que tienen ellos (…) si estás enfermo, te llevan a un doctor, tus medicinas, a tiempo, tu comida, a tiempo –tiempo y forma-, los tres tiempos”, afirmó.
Según el trabajador del canal, los efectivos policiales –tanto quienes lo detuvieron, como el personal de El Chipote- se limitaron a cumplir con su obligación.
“Ellos, hicieron su trabajo completo”, dijo.
De acuerdo con lo denunciado por Chávez, tras su liberación, los ejecutores del allanamiento actuaron sin orden judicial, y se comportaron violentamente, causando daño severo en el interior de las instalaciones, además de que sustrajeron equipo electrónico.
Similar agresión tuvo lugar, una semana antes, por la madrugada, contra otros cuatro medios de comunicación independientes –los programas periodísticos Esta Noche y Esta Tarde, el periódico Confidencial, y la revista Niú-.
También fueron allanada entonces las instalaciones de varias organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos a las cuales, pocos días antes, les fue suspendida la personería jurídica.
Esas acciones represivas se enmarcan en la violenta crisis sociopolítica nicaragüense que, estallada el 18 de abril, ha cobrado centenares de vidas, generado miles de heridos, detenidos, y desaparecidos, dañado en gran escala a la economía nacional, y determinado que miles de nicaragüenses emigren, principalmente hacia la limítrofe Costa Rica -donde más de veinte mil personas han solicitado refugio-.
La represión policial y parapolicial antiopositora ha pasado de ser masiva -contra actividades opositoras públicas-, a constituirse en principalmente selectiva -mediante la captura y la desaparición de opositores quienes son blanco de búsqueda individual-, la que está actualmente centrándose en periodistas y medios de comunicación independientes lo mismo que en organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos.