
Aarón Chinchilla EP. | Cientos de mujeres se concentraron a las afueras del Congreso argentino en la ciudad de Buenos Aires para demandar por aborto legal, seguro y gratuito.
El hecho, que fue repetido en distintas ciudades de la República Argentina, fue denominado como “pañuelazo” y fue convocado por el grupo de “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” y respaldado por organizaciones políticas y sociales, dirigentes y militantcia política. Dicho colectivo volverá a llevar el proyecto de ley, que en su momentopermitía la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas de gestación con la sola expresión de la persona gestante, además de garantizar que el aborto sea provisto en forma gratuita por los servicios de salud del país.
“Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, fue la frase común en los espacios de manifestación.
Además de pedir por la legalización de este método de interrupción del embarazo, las argentinas abogan por la implementación en todo el país de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y del Programa nacional de salud sexual y procreación responsable.
#19F Día de Acción Verde por el Derecho al Aborto
???????? Inmensa y arrolladora la fuerza y el poder de la lucha. Ahora nos ven, nos oyen y nos sienten.
Hasta que sea ley#SeguimosEnCampaña #SeguimoSHaciendOHistoria #AbortoLegalYa pic.twitter.com/SL0jdEwrsg— ???????? #SeguimosEnCampaña (@CampAbortoLegal) February 20, 2019
La iniciativa fue rechazada por los senadores de la cámara alta Argentina en agosto de 2018. Hoy la normativa del país sudamericano, que data de hace casi 100 años, detalla en el Título I, Capítulo I Delitos contra la vida del Código Penal, que el aborto es un delito y el único viable es el denominado aborto no punible, el cual se establece como el que se practicare a fin de evitar un peligro para la vida o salud de la mujer o el que interrumpiere un embarazo por violación o de un atentado contra el pudor cometido sobre una mujer demente.
Cifras señalan que, aproximadamente, abortan anualmente de manera clandestina unas 500 mil mujeres y mueren más de 500 en el país austral.