Mientras acosan a una periodista ¿en dónde está el INAMU?

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Solamente observe el programa la Revista de Canal 13 a partir de las 7 de la mañana. Ahí podrá observarla y corroborar cómo una de las mejores, sino la mejor periodista de este momento en nuestro país; sufre en silencio y de manera estoica el mobbing (acoso laboral) al que está siendo sometida.


La periodista ganadora del premio Pío Víquez con una larga y exitosa trayectoria, es obligada junto a su fiel equipo, a realizar su valiente programa La Revista, sin el equipo necesario para ello en una clara e ignominiosa muestra del acoso al que son sometidas las mujeres que tienen una inteligencia mayor al promedio, sobre todo, al promedio masculino.


Le han cambiado el edificio  desde el cual trabajaba  en condiciones óptimas tanto para su equipo como para los invitados  (quinto piso del CENETUR) a una oficina en el incómodo SINART ubicado en la Uruca en donde sin las condiciones adecuadas, debe sostener ella misma el micrófono mientras realiza la entrevista, sostener la computadora en su regazo y apoyar cualquier otro material en una mesa que más bien parece tablero de ajedrez.

Si bien es cierto, Laura Martínez está acostumbrada a jugársela como gato panza arriba para mantener la dignidad intacta sin aflojar ni un momento ante las presiones a las que se ve sometida, el hecho es completamente bochornoso.


Para nadie resulta un secreto que en las diversas instituciones públicas se van desarrollando verdaderas mafias institucionalizadas que se venden al mejor postor y de acuerdo a los diferentes intereses políticos de los gobiernos de turno.

De esta manera, las sacadas de clavo son el pan de cada día, sobre todo si alguien logra brillar con luz propia sin venderse a los que mueven los hilos de la corrupción generalizada de nuestra sociedad.


Los mandos medios acostumbrados a reinar a placer, infiltran las garras de la mediocridad fagocitando a cualquiera que intente poner un alto al amiguismo y cultura del chorizo.


En un canal acostumbrado a que diferentes personajes se repartan la piñata de la vigencia escénica que ofrece la exposición pública, no es de extrañar que peguen el grito al cielo los que se acostumbraron a recibirla de gratis con los subsecuentes beneficios que les otorga la impunidad.


Mientras los otros noticieros y periodistas se soslayan en hacer trabajos light, copy paste y vender publicidad como si de noticias se tratara, hecho que la señora Pilar Cisneros denunció tal y como es su costumbre, sin tapujos; que una profesional como Laura Martínez opte por la vía difícil, resulta un acto imperdonable para la mediocridad que impera en los diferentes medios de comunicación masiva.


Los viejos dinosaurios que se resisten a la modernidad contribuyen al cisma que vive un medio que se esfuerza en generar contenido variado y de interés común. Basta con observar los diferentes, inteligentes y necesarios debates que generan sus programas.


La pereza típica del tico por levantarse temprano para producir contenidos de calidad coincide con la serruchada de piso que empleados empoderados por antiguos jerarcas para llevar agua a sus molinos; creen a pie juntillas que la enemiga es ella: Lauray no la cultura machista que suele tomar decisiones importantes en medio de una mesa de tragos en el bar más cercano a su lugar de trabajo para enlodar a las mujeres de carta cabal.


La gente que perdió privilegios, choricitos en la radio y cualquier beneficio económico a los que estaban acostumbrados atacan de manera inmisericorde, sin asco alguno.


Los entes encargados de solucionar esta penosa situación y que de momento se están tirando los toros desde la barrera, debieran actuar desde ayer para poner un freno a esta embestida llena de estulticia que vive la periodista Laura Martínez y todo su equipo.


Observar cómo el programa sale al aire un día sí y otro no por “motivos técnicos” es solo una pequeña muestra de la silenciosa violencia que debe padecer un equipo que no se da por vencido.


Es por eso que no deja de llamar la atención el hecho de que la flamante Ministra de la Mujer Patricia Mora, parece ignorar lo que está sucediendo, sobre todo cuando según ella, le ha declarado la guerra a la epidemia que implica la violencia generalizada hacia las mujeres.


De momento, los discursos de la nueva administración del INAMU en este sentido, no han pasado de un mero atavío lingüístico, demostrar que se puede ir más allá resulta justo y necesario para que nos pruebe de qué está hecha en realidad Patricia Mora y si se atreve a enfrentar al monstruo del machismo imperante dentro de las instituciones estatales que también corroe a las privadas y denigra a todo el género femenino en claro detrimento para lograr una sociedad justa, equilibrada y desarrollada.


Por lo pronto, lo único que nos queda es hacer votos para que la Ministra tome cartas en el asunto aunque sea de oficio y si no ha visto lo que sucede, que comience a abrir los ojos, mostrar la sororidad propia de alguien que conoce de primera mano el ataque que reciben las mujeres que marcan la pauta y hacer la diferencia actuando con la diligencia que el caso amerita.

Esperar a que el Colegio de Periodistas meta también mano para defender a una de sus agremiadas, es dormir el sueño de los justos.

Hacer votos para que todo se solucione sin mover un dedo, lo cual, jamás ha dado resultado en cuanto a reinvindicación de derechos y obtener justicia se trata, tampoco es ni debe ser la opción correcta para acabar con el machismo y la corrupción que el mismo genera.

 

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4 COMENTARIOS

  1. Que las autoridades NO OLVIDEN quiénes son los dueños del SINART. Somos nosotros los ciudadanos que pagan impuestos Nosotros en calidad de dueños, exijimos respeto y apoyo para Laura Martínez

  2. Este Estado Social de Derecho…queda debiendo al respecto del Acoso laboral y sexual que sufren cientos de Mujeres en las diferentes instituciones públicas que en la mayoría de los casos, deben enfrentar o asumir solas, sin el debido acompañamiento.
    Por ello, las y los encargados de velar porque nuestros derechos no sean violentados, no deben voltear la mirada hacia otro lado o justificar su inacción por la autonomía que poseen ciertos organismos estatales que les impediría intervenir para enfrentar la naturalización de la violencia femenina en el ambito laboral y además el machismo imperante en la práctica, más allá del discurso.
    Marisol Chévez Hidalgo.

  3. Comparto plenamente la indignación expresada en el artículo. Fui compañero de Laura en Telenoticias, cuando ya empezaba a hacerse notar por su brillantez y su valentía, desde entonces la he admirado y he seguido con interés su trayectoria. Pero no acepto el sutil ataque a Patricia Mora, harto sabemos de qué está hecha, cuál es su temple. Por ser mujer ha tenido que pagar un alto precio al encabezar luchas populares enfrentando tanto al machismo, adversarias políticas y fementidas “aliadas”. En apoyo de Laura, además del Inamu acudamos a otras instancias (que no se mencionan) a las que compete directamente el caso de hostigamiento personal y acoso laboral contra esta insigne periodista y ciudadana.

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