El primer juego de la final fue manejado por Saprissa en ofensiva, que no anduvo acertado en los disparos a marco, mientras por parte de Herediano se vio un equipo correctamente defensivo, que arrojó un empate 1-1 que le permite a los florenses continuar invictos.
El partido tuvo emoción tanto dentro como fuera de la cancha. Los aficionados hicieron lo suyo: abarrotaron La Cueva, le regalaron, de nuevo, un gran recibimiento al equipo y cumplieron con lo suyo.
Los saprissistas tuvieron deseos, pero sin claridad. Y eso en estas instancias es vital, si no que lo digan los heredianos, que con un solitario gol de John Jairo Ruiz a los 19 minutos pusieron en problemas a la S.
Tras anotar, los rojiamarillos lo celebraron con una camiseta de Orlando Galo, dedicándose a su compañero que no entró en convocatoria para el partido y que la FIFA tiene en investigación luego de que saliera positivo en una prueba antidoping, realizada durante la gira de la Selección Nacional a Asia.
Al Saprissa definitivamente le falló la brujula para encontrar el marco de Esteban Alvarado. Un Javon East que fue trabajador, aunque sin dirección. Un Luis Paradela que no encontró su mejor versión y por supuesto, una media cancha de con Guzmán y Mariano Torres se hace sentir, pero no se concreta en goles.
El que sí ingresó de cambio para modificar lo que se observaba en el campo fue Ariel Rodríguez, quien no dejó caer el balón en una agónica acción y concretar el 1-1 definitivo al 90+2′, para colocar la paridad en el marcador.
