Hasta que la democracia nos separe

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Cuando un candidato a Presidente del país no comprende, o no quiere aunque se lo hayan explicado hasta el cansancio, qué es un Estado laico, aborto terapéutico, educación sexual y Derechos Humanos; no solamente demuestra que no está preparado para gobernar un país, resulta un peligro extremo para la democracia más estable de Latinoamérica.

Costa Rica ostenta el honroso mérito de ser el segundo país más democrático de Latinoamérica, solo sobrepasado por Uruguay.

Si tomamos en cuenta que nuestros puntos más altos son las libertades civiles y los procesos electorales, tanto el candidato como toda la ideología del partido religioso, resultan a todas luces, nefastos para la democracia.

Tratar  la defensa de los Derechos Humanos inalienables como “injerencia” de parte de los diferentes entes garantes de los Derechos Humanos con el pretexto de que se está intentando de proteger lo que por ley ya está estipulado para abandonar a su suerte a las poblaciones que ellos defenestran, demuestra el alto grado de intransigencia y odio que llevan consigo a donde quiera que vayan.

Tampoco debemos dejar de lado el hecho de que cada vez que el padre espiritual del candidato religioso lanza conjuros, maldiciones y ofensas hacia las creencias más veneradas por otros credos al catalogarlas como satánicas, diabólicas y perversas; el silencio que mantiene debido a la actitud complaciente y de omisión que adopta, no solo le resta credibilidad a su discurso de respeto y tolerancia religiosa, le da espaldarazos que empoderan aun más a su líder y mentor.

Cuando la democracia está en peligro es nuestra obligación tomar partido a favor de ella sin reparo alguno.

Ya hemos escuchado cómo tanto en público como en privado los seguidores restaurados instan e instigan contra el Tribunal Supremo de Elecciones alegando mordazas inexistentes cuando en realidad, son precisamente ellos quienes han amordazado a sus diputados y seguidores evitando que den declaraciones mientras se “preparan” para asumir funciones.

Pasarse por el trasero el proceso electoral les ha resultado de lo más fácil y cómodo porque ése es su estilo. Al considerarse ungidos y bendecidos, sienten que están en una guerra en la que todo es válido para llevarlos al poder y desde ahí juzgar a los demás de acuerdo a sus escrupulosas morales.

La soberbia no es buena consejera, empoderar a sociópatas mucho menos, por eso, expresemos sin temores nuestro sentir, demostremos que vamos a dar la pelea de frente.

Pongamos un alto antes de que comiencen a quemar las obras literarias, diferentes expresiones artísticas y a sus autores al considerarlos diabólicos y perversos si no se ajustan a sus intereses manipuladores y mezquinos.

Hagamos caso omiso cada vez que alguien nos recomiende por el bien del país “guardar silencio” y mantener la paz ante las flagrantes violaciones que cometen un día sí y otro también los restaurados.

Procuremos que sea de nuevo la sangre de los Mora la que recorra nuestras venas y no las aguas ó elixires milagrosos que ofrecen para vendernos los manipuladores de la fe.

Alegar que el partido religioso nunca ha usado la religión para hacer política demuestra la calaña y desfachatez de la que están hechos y no dejarán de usar mientras tengan algún tipo de injerencia en el ámbito político de nuestro país.

Si tomamos en cuenta que el partido religioso se ha convertido en un equipo de plañideras que acusan a diestra y siniestra a los que no son de su agrado de lo que en realidad promueven, no queda más que en pro de la democracia, optemos por  divorciarnos por incompatibilidad de caracteres, de sus posturas extremistas, fanáticas y absurdas a las que quieren llevar a todo un país.

El primero de abril, marquemos un antes y un después en este divorcio intelectual, mental y estratégico para mantener las Garantías que con tanto sudor, esfuerzo y lágrimas le han costado a nuestros pueblos y a todos los demás alrededor del mundo.

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3 COMENTARIOS

  1. Otro articulo, plagado de odio, intolerencia y discriminatorio hacias las personas que profesan una creencia religiosa o no este de acuerdo con la falta de objetividad de los derechos actuales. Es lamentable que este tipo de articulos hayan sido utilizados para envenenar y engañar. Tratando a cierto sector de la población como ignorante, fanatica o fundamentalista; cuando estos articulos muestran el pensar de una parte de la sociedad intolerante y discrimonatoria disfrazada de progreso e “intelectualismo”.

    • Totalmente de acuerdo.
      Estos discursos son provocadores de odio y enemistad. Nunca logran nada bueno. No consensan nada. No terminan de entender que no todos pensamos igual y no todos estamos de acuerdo con su dicho “progreso”. Que en realidad va para atrás…

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