
George Rodríguez EP. La realización de un proceso electoral es la mejor de las tres opciones que Venezuela tiene ante sí, para superar la crisis humanitaria y política que enfrenta, ya que las otras dos son una transición “sui generis” y la solución militar –sea ésta interna o externa-, aseguró, en declaraciones publicadas este domingo por el conservador diario español ABC, el autoproclamado presidente interino venezolano, diputado opositor Juan Guaidó.
Interrogado respecto a si apoya una intervención militar, como salida a la dramática situación venezolana, el opositor respondió que, “puesto de esa manera, no”, y agregó que “en Venezuela no hay posibilidad de una intervención, porque hay un gobierno encargado, en ejercicio, que pudiera solicitar cooperación”.
En opinión de Guaidó –quien preside la Asamblea Nacional (el parlamento unicameral venezolano-, el crítico cuadro de situación nacional amerita, como solución más expedita y menos traumática, la realización de un proceso electoral transparente.
“Aquí hay tres formas de salir de este conflicto: una elección libre; una transición ‘sui géneris’ que cree una junta de gobierno, nos lleve a una elección libre; y una salida por la fuerza”, explicó, para precisar que “una salida de fuerza puede ser interna, es decir, un golpe de Estado, o externa”.
La más viable de las tres, es la primera, de acuerdo con la visión del dirigente opositor.
“La más rápida, la que genere mayor gobernabilidad, mayor estabilidad, la que nos libere más rápidamente, es una elección libre. Así que toda nuestra energía está enfocada en tener una elección libre, en el menor tiempo posible”, aseguró.
Al citar, casi textualmente, al presidente estadounidense, Donald Trump, y otros altos funcionarios de la administración norteamericana, Guaidó aseguró que, si bien el abanico de opciones es amplio, la opción militar, sea de naturaleza interna o sea de índole externa –como lo prevé el inciso 11 del artículo 187 constitucional, podría resultar negativamente para el caribeño país sudamericano.
“Todo está sobre la mesa”, dijo, en alusión a las alternativas de salida a la crisis venezolana, pero advirtió que “el tema ese, de la intervención según el artículo 187 de la Constitución, es muy polémico, porque, si lo abordamos mal, sería contraproducente”.
Sin embargo, y absteniéndose de especificar la naturaleza de la respuesta, Guaidó aseguró que, en el caso de que el régimen del cuestionado presidente venezolano, Nicolás Maduro, lo detuviese, la reacción de sus aliados en la comunidad internacional –alrededor de cincuenta países americanos y europeos- sería altamente contundente.
“Me han manifestado respaldo absoluto, y una respuesta sin precedentes. Esas acciones serían muy contundentes”, dijo el parlamentario, quien subrayó que “lo que queremos nosotros es el cese de la usurpación” presidencial de Maduro.
En cuanto a la posibilidad de ser detenido, Guaidó reveló que existe lo que describió como una estrategia para hacer frente a tal eventualidad, la que, de materializarse, implicaría un error de parte del régimen madurista.
“Ya hay toda una estrategia si eso sucede”, pero “el régimen debe entender algo: ni con la persecución ni con la represión nos ha detenido. Ni siquiera a través del asesinato político. Eso no les ha funcionado. Creo que sería un gran error del régimen, dado que tenemos el respaldo internacional y de la Constitución (…) sería una gran torpeza política” de parte de quienes “piensan que con amenazas, que con persecución, van a lograr algo”.
La dramática situación humanitaria, política, y de seguridad venezolana ha generado el éxodo que, de acuerdo con diversos cálculos, han emprendido alrededor de 3.5 millones de personas quienes, vía terrestre, se han desplazado a países sudamericanos tales como los limítrofes Brasil y Colombia, lo mismo que a otras naciones del área, tales como Ecuador y Perú.
Además de la represión antiopositora por parte del régimen madurista, los migrantes denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el marcadamente bajo poder adquisitivo de los salarios, y la generalizada falta de oportunidades.