Este viernes 14 de julio el Gobierno de Costa Rica manifestó su preocupación por la judicialización del proceso electoral “en la hermana República de Guatemala, así como los intentos de irrespetar la voluntad popular expresada en las urnas el pasado domingo 25 de junio”.
Esto casi dos semanas luego que el proceso electoral de este país centroamericano se manchara de corrupción judicial, ante el sorpresivo resultado de las elecciones presidenciales, lo que desató un clima de tensión política en Guatemala.
Esta tensión aumentó el jueves 13 de julio, después que una corte local ordenara la cancelación del Movimiento Semilla (centroizquierda), uno de los dos partidos proclamados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para disputar el balotaje del 20 de agosto próximo.
Este jueves una resolución de la Corte Constitucional aprobó una resolución gracias a la cual el candidato presidencial de Semilla, Bernardo Arévalo, podrá participar de la segunda vuelta electoral presidencial.
Le será posible ya que la Corte de Constitucionalidad dispuso suspender la orden emitida por un tribunal que cancelaba la personería jurídica de su partido.
Arévalo consideró un «golpe de estado técnico» el intento de anular a Semilla mediante vías judiciales, impulsado por sectores a los que acusa de estar estrechamente comprometidos a la corrupción en Guatemala.
“Todo proceso electoral debe de realizarse al amparo de una máxima autoridad que goce de autonomía e independencia, como en el caso del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Guatemala. Estas condiciones son necesarias para que el TSE pueda cumplir con sus funciones constitucionales y así garantizar la transparencia, independencia y credibilidad del proceso electoral”, señaló la Cancillería costarricense este viernes.
“Hacemos un llamado para que la institucionalidad democrática guatemalteca, con estricto apego a las normas legales, brinden las garantías necesarias para que en la segunda vuelta ambos candidatos puedan participar en igualdad de condiciones y que la ciudadanía pueda expresar libremente su voluntad soberana”, agregó la oficina de prensa de la Casa Amarilla.
“Reiteramos que, sólo mediante el voto y el respeto de la constitución y la normativa vigente se puede lograr la estabilidad democrática de la República de Guatemala”, agregó el Gobierno de Costa Rica.
La nación centroamericana se unió así, aunque algo tarde, a las declaraciones internacionales de gobiernos e instituciones que muestran su preocupación ante lo que se ha considerado una vulneración a la voluntad democrática de los guatemaltecos.