George Rodríguez EP. El diálogo y la paz son los caminos para que nicaragüenses y venezolanos hallen solución a las crisis que afectan a sus respectivos países, planteó, este lunes, el papa Francisco.
En el caso de Venezuela, quienes integran el masivo éxodo para alejarse de esa dramática situación están encontrando solidada en los países americanos a los que llegan, destacó el pontífice, en el mensaje que dirigió al cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano.
Al referirse a las diversas crisis que están ocurriendo a nivel mundial, dijo que “pienso, particularmente, en la amada Nicaragua, cuya situación sigo de cerca, con el deseo de que las distintas instancias políticas y sociales encuentren en el diálogo el camino principal para empeñarse por el bien de toda la nación”.
En cuanto a la situación venezolana, planteo que la institucionalidad y la paz son las vías para hallar la salida.
En ese sentido, deseó, “para la amada Venezuela, que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la persistente crisis política, social y económica, vías que consientan asistir, sobre todo, a los que son probados por las tensiones de estos años y ofrecer a todo el pueblo venezolano un horizonte de esperanza y de paz”.
El papa reconoció, asimismo, la solidaridad de los diferentes países, principalmente sudamericanos, a los cuales millones de venezolanos están llegando en su huida de la situación imperante en su país de origen.
Al respecto, expresó particular agradecimiento a Colombia, nación que limita con Venezuela y que, “junto a otros países del continente, en los últimos meses ha recibido a un gran número de personas de Venezuela”.
El sacerdote subrayó, igualmente, la acción solidaria de diversas instituciones ante esa dramática crisis migratoria.
“No puedo dejar de agradecer los esfuerzos de muchos gobiernos e instituciones que, impulsados por un espíritu generoso de solidaridad y caridad cristiana, colaboran fraternalmente en favor de los migrantes”, señaló.
En alusión a las crisis que afectan a diversos países, a nivel mundial, también generando importantes flujos de personas en procura de refugio en otras naciones, Francisco aseguró que el Vaticano trata de aportar a la paz y la reconciliación.
“La Santa Sede no busca interferir en la vida de los Estados” sino que, al “ponerse al servicio del bien de todo ser humano”, intenta “trabajar por favorecer la edificación de sociedades pacíficas y reconciliadas”, planteó.
En el caso de Nicaragua, se trata de dramática situación que, estallada el 18 de abril en ese país centroamericano, ha cobrado centenares de vidas, generado miles de heridos, detenidos, y desaparecidos, dañado en gran escala a la economía nacional, y determinado que miles de nicaragüenses emigren, principalmente hacia la limítrofe Costa Rica -donde más de veinte mil personas han solicitado refugio-.
La represión policial y parapolicial antiopositora ha pasado de ser masiva -contra actividades opositoras públicas-, a constituirse en principalmente selectiva -mediante la captura y la desaparición de opositores quienes son blanco de búsqueda individual-.
Medios de comunicación y periodistas independientes y organizaciones no gubernamentales –particularmente las defensoras de los derechos humanos- han sido los objetivos más recientes de esa modalidad represiva.
En cuanto a Venezuela, de acuerdo con diversos cálculos, aproximadamente tres millones de sus nacionales se han desplazado, vía terrestre, a países sudamericanos tales como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, huyendo de la crisis nacional.
Además de la represión antiopositora por parte del gobierno venezolano, quienes abandonan el país denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el bajísimo poder adquisitivo de los salarios, y la falta de oportunidades.
Los regímenes respectivamente presididos por Daniel Ortega (Nicaragua) y Nicolás Maduro (Venezuela) son permanentemente objeto de condena lo mismo de sectores nacionales que de la comunidad internacional, contexto en el cual son definidos como dictaduras.