Alonso Mejía. La fiscal general de EE.UU., Loretta Lynch, se reunió hoy con los siete procuradores generales de Centroamérica en Washington, para fortalecer los lazos en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, el contrabando y el tráfico de personas.
Un alto funcionario del Departamento de Justicia indicó que este primer encuentro tenía como objetivo “reforzar la cooperación policial contra las amenazas comunes” a las que se enfrentan Estados Unidos, Guatemala, Honduras, El Salvador, Belice, Costa Rica, Nicaragua y Panamá.
“Los procuradores generales discutieron sobre la coordinación contra los cárteles trasnacionales, las pandillas y los terroristas. El diálogo también se centró en el rápido aumento de la ciberdelincuencia, el tráfico de personas y el contrabando”, precisó el alto funcionario estadounidense que pidió el anonimato.
La reunión en el Departamento de Justicia, que se celebró a puerta cerrada, fue la primera de una serie de encuentros de alto nivel que EE.UU. y los países centroamericanos tienen previsto celebrar para mejorar la seguridad tanto dentro como fuera de sus fronteras.
La agenda de los procuradores centroamericanos, además de los encuentros en el Departamento de Justicia, incluye reuniones con varios altos funcionarios del Departamento de Estado para evaluar cuestiones referentes a la justicia y la aplicación de la ley.
En los encuentros en el Departamento de Estado estaba prevista la intervención del secretario de Estado adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, William Brownfield, y el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Paco Palmieri.
Los fiscales también tienen previsto reunirse con líderes de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), organismo gubernamental que también combate el tráfico de drogas fuera de Estados Unidos.
La visita de los siete fiscales centroamericanos llega en un momento especialmente violento, en el que las pandillas han incrementado su poder en la región y han establecido lazos con cárteles mexicanos y colombianos para buscar nuevas rutas para el tráfico de drogas.
Para atajar la violencia y la pobreza, EE.UU. ha promovido un plan de desarrollo para Centroamérica de 1.000 millones de dólares, destinado a mejorar la economía de El Salvador, Guatemala y Honduras, los países de origen de la mayoría de los inmigrantes indocumentados que llegaron al país el pasado año fiscal.
Estos tres países son de los más violentos del mundo y conforman el llamado Triángulo del Norte.