
Allan Madriz | EP. Costarricenses y turistas que visitan San José, podrán apreciar desde esta semana “Alas de México”, una obra del escultor mexicano Jorge Marín.
“Alas de México”, una obra de arte que ya ha recorrido miles de kilómetros y ha visitado decenas de países en cuatro continentes, se instalaron en el Parque Morazán.
La escultura, que llegó a San José como donación conjunta de Jorge Marín y el gobierno de la Ciudad de México, es la novena escultura idéntica que se instala en el mundo de forma definitiva: Ciudad de México, Tel Aviv, Berlín, Singapur, Los Ángeles, Québec, Nagoya y San Antonio.
“Alas de México, reúne en su ascenso, la dimensión imaginativa de todos los que aquí estamos presentes. Traza nuestra relación con el mundo, siempre en busca de la libertad. Se trata de cruzar espacios y confines finitos hacia las cualidades de la infinitud en homenaje a los atributos de la volatilidad: el vuelo como libertad del mundo”, indicó Marín.
Informes internacionales señalan que Costa Rica, es uno de los países más felices del mundo, por lo que la Fundación Jorge Marín, se quiere sumar a esa felicidad: “con una gran sonrisa llevamos arte mexicano a la tierra de la pura vida“.
La historia de la escultura comenzó en el año 2010, cuando una muestra de 13 obras de Jorge Marín fue instalada en Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes de la capital mexicana.
En respuesta al impacto que tuvo la escultura, Marín decidió donarla a la capital mexicana; desde entonces las alas permanecen en el mismo lugar y comenzó también un proyecto de donación de otras esculturas idénticas a diversas ciudades del mundo. Se trata de un “gesto de hermanamiento con otras urbes, culturas y latitudes”.
La escultura “Alas de México” busca ayudar a que las personas sueñen, festejen triunfos, reflexionen y compartan sus memorias. También ha tenido potencia suficiente para transformar la manera en que se interactúa con el arte en la vía pública.