William Aguilar | Opinión. Se dice que hay un Sur, como en el poema de un sureño. Por acá, casi al sur, casi al norte y casi en ningún lado; de un tiempo por acá se viene hablando de nuestro Sur, olvidado, recordado a veces, como una mala muela que nos previene de su existencia una noche cualquiera.
Se dice que en el Sur hay campesinos, que algunos llaman precaristas, por ocupar la tierra de Alguien. Alguien que la pelea en los juzgados y la visita en su carro inglés y la quiere y malquiere hoy más que nunca.
Esos precaristas viven una situación precaria, se dice, porque cuando eran empleados no se les pagaba y no ganaban lo suficiente para vivir en el Sur, ni para huir a cualquier punto cardinal menos soleado, menos oscuro, menos rejuntado.
Se dice que la Policía los visitó, a los campesinos; no cuando les robaron el pan, ni cuando les robaron el más pan de diciembre, ni el último pan que se debe dar cuando no habrá más pan. La Policía los visitó, se dice, cuando Alguien compró pan para los policías y echaron a los campesinos de la tierra de Alguien.
Pero, aunque la tierra es de Alguien, parece que Alguien la alquila. Y se dice, también, que Alguien tiene pleito con Alguien por mucha plata y durante muchos años. Sin embargo, se dice que Alguien llegó a un acuerdo e hizo un trato con Alguien.
Y los campesinos, que sin tierra que arar, sin lugar para vivir y con nada que perder (porque nada les queda), se tiraron a la calle y Alguien por fin los vio.
Entonces Alguien, muy preocupado, llegó al Centro, 300 kilómetros al norte del Sur. Un lugar que los campesinos no conocen. Ese Alguien dijo que está bien sacar a los campesinos de la tierra de Alguien y muchos les creyeron.
Como Alguien tenía plata, la gente empezó a hablar de los derechos de Alguien, los cuales, se dice, habían sido mancillados por un grupo de vagos, campesinos y precaristas (sinónimos, creo). Y la Policía volvió a visitar el Sur.
La gente, entonces, empezó a saber del Sur, que hay ahí mucha tierra y mucha palma y muchos indios malos y mucho gringo que visita y deja mucha plata por ver muchas esferas hechas hace mucho tiempo por muchos indios buenos.
También se dice que a la par de la tierra de Alguien se construirá un aeropuerto, planeado hace unos años cuando Alguien estaba en el Poder y Alguien le regaló un carro inglés.
Se dice muchas cosas de los campesinos que ocuparon la tierra de Alguien, puesta en algún rincón olvidado y a veces recordado del Sur.
Los campesinos querían ser como Alguien, que supieran sus nombres y conocieran sus vidas, pero todavía hoy los campesinos son Nadie, que no incomodan a nadie cuando están tirados a la orilla de la calle, pero inquietan a Alguien cuando se tiran en la misma calle por la que pasan los camiones de Alguien.