Redacción| EP. En una reunión con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), James Cavallaro, explicó las consecuencias que tendría la crisis financiera por la que pasa la CIDH.
En una reunión celebrada este miércoles en en Washington, Estados Unidos, se indicó que de no atenderse la difícil situación financiera, se deberá suspender el 40% del personal activo y además se cancelarán 317 sesiones previstas de julio a octubre.
“Nuestra idea es pedir a la Corte y la Comisión que presenten a este Consejo Permanente para su consideración en la próxima Asamblea General un proyecto de contribuciones de los países directamente a la comisión y a la corte para su sustentabilidad”, indicó Luis Almagro, Secretario General de la OEA.
La CIDH indicó que la escasez de fondos también provocaría que dejen de monitorear la situación de los Derechos Humanos en el continente.
Por este motivo la Comisión solicitó a todos los Estados de la OEA aportar recursos económicos para evitar que se produzca esta situación.
“Hago un llamado urgente a los estados miembros de la OEA para que atiendan de manera inmediata la solicitud a realizar contribuciones específicas a la CIDH para asegurar el mantenimiento de su personal” y también para que “aumente de manera sustantiva el presupuesto de la CIDH”, manifestó Cavallero.
Los fondos ordinarios de la OEA cercanos a $5 millones anuales financian solo a 31 empleados de la CIDH, mientras que los 47 funcionarios restantes son financiados gracias a donaciones.