
Eliannys Padra | EP. Durante el año 2016 Costa Rica destinó 950 millones de dólares a la Seguridad Nacional, conformada por 14 mil 497 efectivos, es decir, 2,7 agentes por cada mil habitantes.
Según el Atlas Comparativo de la Defensa de América Latina y el Caribe (ACDAL), esta inversión supone un incremento del 159 % en el periodo 2008-2016, cuando el aumento del presupuesto del Estado fue del 126 % y el del PIB del 91 %.
Estos datos revelan que Costa Rica gasta más en seguridad que la suma total de inversión del resto de los países centroamericanos, que se eleva a 800 millones de dólares entre Guatemala, honduras, El Salvador y Nicaragua.
En un artículo del periodista Miguel del Hoyo, se destaca además que Panamá, que al igual que Costa Rica no tiene Ejército, supera al país en este tipo de gasto con mil 279 millones de dólares.
Del Hoyo cuestiona el “mito pacifista” del país y detalla que junto a Panamá, son los países de Centroamérica que más invierten en su seguridad nacional, aunque Costa Rica incluye en su presupuesto algunos gastos del departamento de Justicia y la nación vecina no.
El presidente Luis Guillermo Solís ha asegurado que el país se ahorra el 8 % del Producto Interno Bruto (PIB) por no tener Ejército.
Según el Informe del Estado de la Región elaborado por el Consejo Nacional de Rectores de las Universidades Públicas de Costa Rica (Conare), en el período 2004-2014 el país recibió un total de 17 millones de dólares por concepto de “asistencia militar y policial de Estados Unidos”. La institución también detalla que en ese mismo lapso se compró armas a Estados Unidos por un total de 142,6 millones de dólares, por encima de Panamá, que libró 132 millones de dólares.
El Ejército en Costa Rica se abolió el 1 de diciembre de 1948 por la Junta de Gobierno presidida por José Figueres Ferrer, quien simbolizó la desaparición del Ejército golpeando con un mazo un muro del cuartel de Bellavista.
Eduardo Nassar, presidente de la asociación para el estudio de la historia de Costa Rica, asegura que el pacifismo no originó el desarme de Costa Rica, fueron, fundamentalmente, motivos de estrategia personal y política “la desaparición del Ejército fue una excusa, una pincelada doméstica de Figueres para no cumplir algunos compromisos y apartar algunos oficiales que le eran incómodos”.