Aarón Chinchilla EP. | Un informe presentado en Río de Janeiro por la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que los cigarrillos electrónicos y vaporizadores son “indudablemente dañinos” y deberían ser regulados por las autoridades de cada país.
Según detalló el documento “epidemia global de tabaco” y los resultados del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), aunque dichos dispositivos exponen al consumidor a una menor cantidad de toxinas que el cigarrillo combustible, también representan “riesgos para la salud”.
Aunque los niveles específicos de riesgo asociados a los SEAN (sistemas electrónicos de administración de nicotina) no han sido estimados de forma concluyente, los SEAN son indudablemente dañinos y deberían por lo tanto estar sujetos a regulación.
En la misma línea, se cita que en la mayoría de los países donde están disponibles, la mayoría de quienes usan cigarrillos electrónicos siguen fumando cigarrillos combustibles al mismo tiempo, lo que tiene muy poco o ningún impacto beneficioso en los riesgos para la salud.
No hay suficientes evidencias de que los cigarrillos electrónicos sean efectivos para dejar de fumar.
Finalmente, la organización advierte que se requiere un mayor esfuerzo para ayudar a los fumadores de tabaco y vaporizador para que dejen el hábito y señaló que “solo el 30% de la población mundial tiene acceso a servicios adecuados” para abandonar el vicio.
“Las personas que dejan el tabaco pueden vivir vidas más largas, sanas y productivas”.
El cigarrillo provoca cada año la muerte de ocho millones de personas, entre fumadores y fumadores pasivos. Aunque el número de fumadores en el mundo ha disminuido ligeramente desde 2007, sigue siendo muy alto, de unos 1.400 millones, la gran mayoría de ellos hombres.