San José.- Tras la reunión con los jefes de fracción en Casa Presidencial y varios chispazos en el camino que mantienen tensas las relaciones con Cuesta de Moras, el presidente Rodrigo Chaves pone la solvencia del Estado como eje de la agenda de las sesiones Extraordinarias, que inician este 1 de noviembre y se extienden hasta el último día de enero.
Con el control de la agenda en mano, el mandatario recibió a los jefes de fracción y acompañantes en Casa Presidencial, no más de una semana después de que asistiera a la Asamblea para una cita de acercamiento que más pareciera alejarle de las bancadas opositoras.
Asistieron Katthia Rivera y Oscar Izquierdo, de Liberación Nacional (PLN); Pilar Cisneros y Paola Nájera, de Progreso Social Democrático (PPSD); Daniela Rojas y María Martha Carballo, de la Unidad Social Cristiana (PUSC).
Así como Eliécer Feinzaig y Kattia Cambronero, del Liberal Progresista (PLP); Fabricio Alvarado y Olga Morera, de Nueva República (PNR); Jonathan Acuña y Sofía Guillén, de Frente Amplio (FA).
En total, el Ejecutivo baraja 146 iniciativas de ley que les gustaría convocar para las sesiones extraordinarias, entre las que destacan los eurobonos pendientes de votación final, el trabajo de rectificación, enderezado y pintura de la Regla Fiscal y ña consolidación de los instrumentos económicos que necesita o considera necesitar el Presidente para endenrezar la deficitaria situación del Estado.
Sin embargo, el poder ejerce resultados conciliadores entre aliados y oponentes, entre los tenedores y los buscadores y eso le permite a Chaves recibir a los diputados para construir una agenda que en su criterio “será de bienestar de Costa Rica, de un consenso de cada una de las leyes para discutir esas leyes en este periodo. Fue una reunión larga, intensa y sumamente productiva”.
Es natural entonces, que la actitud de los diputados fuese menos cáustica frente al Presidente, que esta vez fue mucho menos confrontado por los diputados, quienes ahora deben negociar con Presidencia para lograr colocar sus proyectos en los primeros lugares de discusión.
Claro está, con la nueva mecánica de sesiones Ordinarias y Extraordinarias turnándose el control de la agenda cada tres meses, el péndulo del Poder Legislativo vuelve aún más revueltas las aguas políticas.