Aarón Chinchilla EP. | Proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) determinan que, para el año 2019, las economías de América Latina y el Caribe presentarán, en promedio, un crecimiento de 1,7% en medio de un período de incertidumbres económicas a nivel mundial.
Según el “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2018“, la proyección de crecimiento económico para la región es de 1,7%, no obstante, los países de América Latina y el Caribe enfrentarán un escenario económico mundial complejo, en el cual, se espera una reducción de la dinámica del crecimiento, tanto de los países desarrollados como de las economías emergentes, acompañada por inestabilidad de los mercados financieros internacionales. De igual forma, afectarán las tensiones comerciales entre los Estados Unidos y China además del debilitamiento del comercio internacional.
Se prevé que América Central (excluido México) sea la región con mayor crecimiento en el 2019 (3,3%), le sigue el Caribe (2,1%) y posteriormente América del Sur (1,4%). A nivel de países, la isla caribeña de Dominica encabezaría el crecimiento regional, con una expansión de 9,0%, seguida por República Dominicana (5,7%), Panamá (5,6%), Antigua y Barbuda (4,7%) y Guyana (4,6%). En el otro extremo, Venezuela sufriría una contracción de su economía de -10,0%, Nicaragua de -2,0% y Argentina de -1,8%.
Para efectos de Costa Rica, CEPAL espera un crecimiento económico de 2,9%.
“Se requiere de políticas públicas para fortalecer las fuentes de crecimiento y hacer frente al panorama de incertidumbre a nivel global. Es necesario fortalecer el papel activo de la política fiscal de la región en materia de ingresos y gasto. En este sentido es fundamental reducir la elusión y evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos. Conjuntamente, hay que fortalecer los impuestos directos y también los impuestos de tipo saludables y verdes. Por el lado de los gastos, para estabilizar y dinamizar el crecimiento es necesario reorientar la inversión pública a proyectos con impacto en el desarrollo sostenible, con énfasis en las asociaciones público-privadas y en la reconversión productiva, nuevas tecnologías y la inversión verde. Todo esto resguardando el gasto social, sobre todo en períodos de desaceleración económica de forma que este no se vea afectado por ajustes” manifestó la Secretaria Ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena.