William Aguilar | EP. El Ministerio de Trabajo de Brasil ha enviado una notificación a los directivos de Zara en los que se les avisa de que se exponen a un sanción de 25 millones de reales, más de 8 millones de dólares, por irregularidades con sus contratos laborales.
La sanción se daría por incumplir el acuerdo pactado entre la firma española Zara y su división de manufactura, Inditex, con el Gobierno brasileño en 2011, en el que se habría comprometido a regularizar las condiciones de trabajo de sus empleados.
Desde el año 2011 salió a la luz las condiciones degradantes en que trabajan inmigrantes bolivianos y peruanos en textileras de Inditex en Brasil. En ese momento se acusó a Inditex de esclavizar a sus trabajadores.
Entre las irregularidades que se ventilaron en esa oportunidad, se encuentran jornadas de hasta 21 horas diarias, retención de salarios y amenazas de deportación.
Pero esto no habría cambiado del todo, según una investigación reciente de la organización no gubernamental (ONG), Brasil Reporter, la cual habría detectad 433 irregularidades en 67 empresas que venden sus servicios a Zara.
Las nuevas acusaciones se basan en prácticas discriminatorias en contra de trabajadores migrantes, por el despido sin garantías, así como la contratación de menores de edad en condiciones insalubres y jornadas laborales que sobrepasan las 16 horas diarias.
Por su parte Inditex niega haber incumplido con los acuerdos del 2011 y dice que por medio de una serie de auditorías internas ha demostrado que en ningún momento se he detectado ninguna irregularidad en sus fábricas.
“Por medio de nuestras investigaciones se consiguió eliminar cualquier posibilidad de empleo precario en su cadena productiva” manifestaron los portavoces de Inditex.
Según Brasil Reporter, la única medida que ha tomado Inditex de Zara hasta el momento sería el haber dejado de comprar los productor de las empresas contratadas, dejando a cientos de trabajadores sin empleo y sin el pago de sus derechos.
