George Rodríguez EP. Brasil hará todo lo que esté en sus posibilidades para lograr el restablecimiento democrático en Venezuela, aseguró, este jueves, el ultraderechista presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
El gobernante aseguró ese compromiso, durante la reunión que desarrolló, en Brasilia, la capital nacional, con dirigentes opositores venezolanos en el exilio.
“Todo, haremos nosotros, para que la democracia sea restablecida, que ustedes puedan vivir en libertad”, expresó, a los visitantes, el mandatario sudamericano, citado por la agencia gubernamental de noticias Agência Brasil.
Para lograr ese objetivo, es necesario encomendarse a Dios, aseguró el gobernante, quien se reunió, en el Palácio do Planalto (Palacio del Altiplano) –la sede del Poder Ejecutivo- con el ex alcalde capitalino Antonio Ledezma, el ex presidente de la Asamblea Nacional –parlamento unicameral- Julio Borges-, el exiliado ex presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Miguel Ángel Martin.
En la reunión también participaron el canciller brasileño, Ernesto Araújo, y el asesor de Asuntos Internacionales de la Secretaría General de la Organización de los Estadios Americanos (OEA), el argentino Gustavo Cinosi, así como diplomáticos del Grupo de Lima, y de Estados Unidos.
“Entonces, uno le pide a Dios, en primer lugar, y, después, continuaremos haciendo todo lo posible para restablecer el orden, la democracia, y la libertad. Entonces, al pueblo de Venezuela, uno le pide resistencia, mucha fe, y yo creo que la solución vendrá rápidamente”, expresó Bolsonaro, a sus interlocutores.
La agencia informó que el gobierno de Bolsonaro desarrolla, con ambos dirigentes opositores venezolanos, opciones para superar la crisis en ese caribeño país sudamericano limítrofe con Brasil.
“El gobierno brasileño discute con Martin y Cinosi alternativas a la crisis política y económica que se instaló en Venezuela, generando desabastecimiento, migración de los venezolanos y denuncias de violaciones”, precisó el medio gubernamental brasileño.
Bolsonaro afirmó que Brasil es, en parte, responsable de la severa crisis que, hace años, afecta a Venezuela, por el apoyo que los izquierdistas ex presidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2007, 2007-2011) y Dilma Rousseff (2011-2015, 2015-2016) –quien fue destituida por el congreso antes de terminar su segundo mandato- otorgaron al cuestionado presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“Sabemos cómo ese desgobierno llegó al poder, inclusive con ayuda de presidente que Brasil ya tuvo, como Lula y como Dilma, y eso nos hace responsable de la situación (en) que ustedes se encuentran, en parte”, afirmó.
La reunión se desarrolló un día después del encuentro, también en la sede del Poder Ejecutivo brasileño, entre Bolsonaro y su colega argentino, Mauricio Macri, quienes abordaron la situación venezolana.
“La comunidad internacional ya se dio cuenta: Maduro es un dictador que busca perpetuarse en el poder con elecciones ficticias, encarcelando opositores, y llevando a los venezolanos a una situación desesperante y agónica”, expresó Macri, en el diálogo que, con Bolsonaro, desarrolló con periodistas, luego del encuentro presidencial.
Los dos gobernantes sudamericanos condenan al régimen presidido por Maduro, expresó.
“Compartimos la preocupación por los venezolanos y reafirmamos nuestra condena a la dictadura de Nicolás Maduro”, subrayó Macri, quien agregó que “no aceptamos esta burla a la democracia, y menos, el intento de victimización de quien en realidad es el victimario”.
Una severa crisis socioeconómica, política, y de seguridad afecta, hace años a Venezuela, situación que ha generado el éxodo que, de acuerdo con diversos cálculos, han emprendido por lo menos tres millones de personas quienes, vía terrestre, se han desplazado a países sudamericanos tales como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú.
Además de la represión antiopositora por parte del régimen madurista, quienes abandonan el país denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el marcadamente bajo poder adquisitivo de los salarios, y la generalizada falta de oportunidades.