Redacción | EP. En una noche que pretendía restablecer la unión a los interno del Partido Demócrata, el senador Bernie Sanders y la Primera Dama, Michelle Obama, llamaron este lunes a los partidarios demócratas a dar su apoyo incondicional a la candidata Hillary Clinton.
El inicio de la Convención Demócrata sirvió para que Sanders afirmará que hay que dejar atrás las diferencias a lo interno del Partido, dividido por los seguidores de Clinton y del embajador, quien pronosticó que la exsecretaria de Estado será la Presidenta de los Estados Unidos.
La convención se inauguró en Filadelfia en medio de la polémica por la filtración de unos correos del Comité Nacional Demócrata (DNC) que han revelado estrategias del partido para debilitar la campaña de Sanders en favor de la ex secretaria de Estado, volviendo a mostrar las divisiones internas.
Sin embargo el socialista señaló que Clinton es la indicada para sacar el país adelante y además lanzó fuertes críticas al candidato del Partido Republicano, Donald Trump.
“Necesitamos un liderazgo que nos una y nos haga más fuertes, no un liderazgo que insulta a los latinos, a los mexicanos, a los musulmanes, a las mujeres, a los afroamericanos, a los veteranos y enfermos para dividirnos. Por eso, Clinton debe ser la presidenta de EEUU”, destacó Sanders en su intervención.
Por su parte Michelle Obama volvió a cautivar a los demócratas con otro discurso, su intervención fue el “espaldarazo” que necesitaba Clinton para unir al Partido.
“Estoy aquí porque en esta elección hay solamente una persona en la que confío. Sólo una persona que creo que está realmente calificada para ser presiente de Estados Unidos, y es nuestra amiga Hillary Clinton”, dijo la esposa del presidente Barack Obama, desatando una estrepitosa ovación.
La primera dama estadounidense recordó que es madre “de dos hermosas jóvenes mujeres negras” y recordó que la generación de sus hija ahora puede considerar natural “que una mujer sea presidenta de Estados Unidos”.
Ante esta primera jornada del Partido Demócrata, Hillary Clinton puede respirar un poco más tranquila, ya que las aguas parecen bajar a lo interno de los demócratas; justo lo que necesitaba para enfrentar una campaña contra donald Trump.