William Aguilar | EP. Mucho se ha dicho acerca de los supuestos beneficios del omega-3, que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ayuda a con los dolores producidos por la menstruación, que pueden curaciones en la piel y que es benéfico para la memoria, ese último punto el más difundido.
Esto, por estudios realizados hace años que indicaban que quienes ingerían más omega-3 tendían a tener mejores calificaciones en pruebas cognitivas, razón por la cual muchos empezaron a consumir suplementos con ese ácido graso.
Sin embargo, un nuevo estudio, publicado en la revista médica JAMA, indica que el consumo extra de omega-3 no afecta cuestiones relacionadas con la actividad mental y la salud muscular, al menos a corto plazo.
El Dr. Emily Chew, líder de la investigación, realizada a 3.073 personas mayores en riesgo de degeneración macular, enfermedad que causa la pérdida de la visión con la edad, indicó que no encontró diferencias significativas en las puntuaciones cognitivas entre el grupo al que se le suministró al azar pastillas omega-3, y el otro grupo al que se le dio placebo a otro, durante un periodo de cinco años.
Es posible que tales resultados se dieran debido a la avanzada edad de los sujetos de estudio, y que los beneficios de consumir omega-3 tarden décadas en manifestarse, no obstante al menos el nuevo trabajo da muestras de que el consumir pastillas suplementarias con dicho ácido graso no mejora la capacidad mental, por ejemplo, para estudiar en la universidad.
“Eres lo que comes, y tienes que comer bien. Tal vez era demasiado tarde para algunas de las personas que participaron en nuestro estudio”, comentó el Dr. Chew.
En el pasado se había realizado estudios previos con participantes jóvenes durante menores lapsos, los que tampoco resultaron concluyentes al analizar las pruebas cognitivas después de haber consumido omega-3.
Pero esto no significa que el omega-3 sea malo para la salud, simplemente no es todo lo milagroso que algunos dicen. Probablemente, lo mejor es buscar omega-3 en los alimentos que lo contienen naturalmente, como el pescado, nueces, lechuga, soja, pepino o piña; y no buscarlo solo como suplemento.