George Rodríguez EP. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el italiano Filippo Grandi, y el director de la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM), el estadounidense William Swing, solicitaron este jueves el apoyo de la comunidad mundial a los países que están recibiendo a migrantes venezolanos.
Es necesario proporcionar respaldo a las respuestas nacionales ante el masivo flujo de ciudadanos de Venezuela quienes huyen –principalmente a países sudamericanos- de la crisis social y económica que registra su país de origen, señalaron los jerarcas de ambas agencias internacionales especializadas, citados en un comunicado conjunto.
“Reconocemos los desafíos cada vez mayores en relación a la llegada masiva de venezolanos”, aseguró Grandi, en cuya opinión “sigue siendo muy importante tener presente que cualquier nueva medida que se tome permita a quienes necesitan protección internacional el acceso a la seguridad y que puedan solicitar asilo”.
Por su parte, Swing expresó reconocimiento a la solidaridad de los países receptores de los miles de migrantes de ese país caribeño sudamericano.
“Elogiamos los esfuerzos que ya han realizado los países de acogida a fin de brindarles a los venezolanos condiciones de seguridad, apoyo, y asistencia”, indicó el jerarca de la OIM, quien señaló, además, que “confiamos en que tales demostraciones de solidaridad continuarán en el futuro”.
El ACNUR y la OIM destacaron, en el texto, la particular vulnerabilidad de grupos específicos integrados en el constante éxodo de venezolanos, la mayoría de los cuales se desplazan, por tierra, a Brasil y Colombia –ambos, fronterizos con Venezuela-, además de otras naciones sudamericanas –principalmente, Ecuador y Perú-.
“Hay una preocupación especial en torno a las personas más vulnerables tales como los adolescentes, las mujeres y las personas que intentan reunirse con sus familias, al igual que los niños y niñas no acompañados y separados que no pueden obviamente cumplir con los requisitos de documentación y por consiguiente estarán más expuestos a ser explotados o sufrir violencia o ser víctimas de trata”, explicaron.
La solidaridad de esos gobiernos amerita el respaldo del resto de la comunidad internacional, aseguraron.
Al respecto, ambas entidades informaron que, junto con otras agencias del Sistema de las Naciones Unidas, y con diversos socios, “se encuentran trabajando para apoyar las respuestas nacionales de parte de los gobiernos de la región a esta compleja situación de movilidad humana y protección”.
El apoyo es necesario, en particular, respecto a la cobertura de las más urgentes necesidades de los migrantes, plantearon.
“Esta situación actual pone de relieve la necesidad imperiosa de aumentar el compromiso internacional y la solidaridad en apoyo de los planes de respuesta de los gobiernos, abordando las más acuciantes necesidades humanitarias a fin de que las mismas puedan ser satisfechas, que el tránsito seguro pueda ser garantizado y que la integración social y económica pueda lograrse en consonancia con estrategias de desarrollo aún mayores”, explicaron.
Se trata de lograr, entre otros objetivos, la complementación de esfuerzos internacionales y locales, de acuerdo con lo señalado en el texto.
“En cumplimiento de los compromisos de la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, es necesario un apoyo oportuno y bien planificado por parte de la comunidad internacional, con el fin de que puedan compartir las diversas responsabilidades de manera equitativa y para poder complementar los esfuerzos de los países de acogida”, señalaron.
El texto aludió a la declaración adoptada el 19 de setiembre de 2016, por gobernantes reunidos en la sede de Naciones Unidas, en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York.
Entre los 90 puntos constitutivos de la declaración, los firmantes asumieron el compromiso de “salvar vidas”, además de “encontrar soluciones de largo plazo y sostenibles”, agregando que “lucharemos con todos los medios a nuestro alcance contra los abusos y la explotación que sufre el incontable número de refugiados y migrantes que se encuentran en situación vulnerable”.
El comunicado citando a Grandi y Swing es coincidente con lo indicado, un día antes, por más de doscientas organizaciones de derechos humanos de América en una exhortación a los países del continente en particular, y a la comunidad internacional en general, a unir esfuerzos ante la emergencia.
“Hacemos un llamado a los Estados de la región, a la sociedad civil y a la comunidad internacional, con el fin de redoblar esfuerzos y trabajar de manera conjunta frente el masivo desplazamiento forzado de más de dos millones de personas venezolanas que se encuentran actualmente en varios países de la región”, indicaron los firmantes de la petición dirigida a gobiernos y sociedad continentales, además de organizaciones especializadas en el tema y en derechos humanos en general.
De acuerdo con diversos cálculos, aproximadamente dos millones de venezolanos se han desplazado, vía terrestre, a países sudamericanos tales como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, causa de la severa crisis sociopolítica de Venezuela.
Además de la represión antiopositora por parte del gobierno venezolano, quienes abandonan el país denuncian, entre otros factores causantes del éxodo, la masiva escasez de alimentos básicos y medicinas, el bajísimo poder adquisitivo de los salarios, y la falta de oportunidades.